Punto y final a una temporada espectacular donde pocas carencias se le han podido sacar al conjunto de Rober Gutiérrez: pocos equipos se han permitido estos meses de competición hacerle cosquillas al equipo campeón, pocos jugadores han sido capaces de batir a un inspirado Raúl Bernabéu, tan solo 18, y pocos estadios se han permitido el lujo de ver caer a los blanquinegros. En definitiva, se ha clausurado una campaña donde el Conquense se ha alzado con un merecido título.

Muy ajetreadas estuvieron las oficinas de los blanquinegros en verano, que semana tras semana iban haciendo eco de las nuevas caras del equipo. Poco a poco la ilusión entre los conquenses iba aumentando al unísono que jugadores como Fran Perujo, Antonio Fernández o Jairo Cárcaba llegaban a la ciudad de Cuenca.

Nuevas caras del Conquense | La Tribuna de Cuenca.

Si bien, la temporada no empezó con el pie derecho, ya que el 5 de agosto le tocaba cargar al Conquense con una derrota por 2-1 en el derbi de San Marcos en la Fase Autonómica de la Copa Federación. No se pudieron lucir mucho los nuevos futbolistas llegados al equipo, tan solo Javi Heranz que anotó su primer gol con la elástica blanquinegra.

El resto, es historia. La ilusión emanaba de los buenos resultados de septiembre y octubre: 20 puntos de 24 posibles. Además, la Balompédica esquivaba a grandes conjuntos del futbol castellanomanchego esta temporada, como el Cazalegas y el Toledo. Con este primero aparecía la primera goleada, por 4-1. Jairo hizo levantar a toda la grada blanquinegra con un doblete en su regreso a la ciudad.

No tuvieron la misma suerte en los dos ultimos meses del año, donde tan solo se sacaron 3 puntos, en dos ocasiones, de 6 posibles. Aún así, el Conquense se iba de vacaciones segundo, a 1 punto del Cazalegas, e invicto.

Pablo Olivares en un duelo aéreo | La Tribuna de Ciudad Real.

En enero y febrero se empezó a ver la magia de un equipo más unido que nunca. En 8 partidos se consiguieron 22 puntos de 24 posibles. Si bien, la Balompédica rompió su racha y le tocó experimentar la derrota en Cazalegas. Sentó como jarro de agua fría, pero el club salió adelante gracias a una buena mentalidad. 6 jornadas despues, cuando marzo llegaba a su fin, nuevamente el Conquense no puntuaba, esta vez en Puertollano.

Y en abril y mayo la Balompédica ganó todo excepto una derrota en Socuéllamos y dos empates, en Quintanar del Rey y en Villarrobledo.

Con esto, el Conquense respira aliviado después de un temporadón donde han podido destacar jugadores como Jairo Cárcaba y Yuya Yoshimura y donde han podido brillar jugadores de la cantera como Pablo Mendoza y Jesús Serrano.

‘Jesusete’ feliz en un entrenamiento | eldeporteconquense.com

Aliviados respiran tambien los aficionados más fieles que lloviendo, con sol, con 5 grados o con 20 han acudido con orgullo a La Fuensanta para alentar al club de la ciudad. Aficionados que se han dejado el aliento en cada cántico o en cada jugada que casi se materializaba en gol. El ascenso también es de los más pequeños, que han tratado a la plantilla como si de estrellas se tratasen, dando ánimo y recibiéndolos en cada partido. Aunque el Excmo. Ayuntamiento de Cuenca actúe como el principal rival y enemigo del club, ellos siempre van a estar allí, marcando el primer gol del partido desde la grada y actuando como jugador número 12 en el encuentro. Todas estas líneas van dedicadas a los que han estado aguantando buen o mal fútbol con 100 espectadores o con 2000, por los socios que apoyan tantísimo al club y que dan color a las localidades y por todos aquellos que sonríen desde el cielo el ascenso del club de sus vidas. Cuenca ya tenía ansia de ascenso, de Segunda Federación, de Copa del Rey.

El Conquense eufórico en la celebración
del ascenso | @PabloOlivares_6 en Twitter.

En definitiva, Cuenca: aprended a valorar el tesoro que tiene la ciudad con el fútbol y acudir a La Fuensanta para rendir homenaje a los que están y a los que celebran los goles desde arriba. Luchad y animar en cada minuto del partido, porque al fin y al cabo, los aficionados son el motor de un club campeón. Sonreír y disfrutar de un ascenso, que por suerte o por desgracia, no se vive todos los días. Instituciones: apoyar el deporte rey que triunfa y tiene que seguir brillando en una ciudad que cada vez es más Blanquinegra.

¡Ale Conquense!

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