La importancia de su renovación y lo esperada que era.
Osasuna ha hecho oficial esta tarde la continuidad del extremo nacido en Xátiva por dos temporadas más. Rubén García seguirá haciendo historia y sumando partidos en Pamplona, que es donde más cómodo se siente dicho por él.
Su continuidad es clave, ya que Osasuna dispone de muy pocos jugadores de ataque y no puede dejar escapar a un jugador como el ex del Sporting. La renovación se la ofrecía Braulio Vázquez (Director Deportivo) y también el propio Jagoba Arrasate, que dejará el club a final de temporada.
Rubén García en la fiesta del ascenso de Osasuna 18-19 | @diariodenavarra
El cariño que le tiene la afición rojilla no es casualidad.
En Pamplona, uno de los jugadores más queridos, por no decir el más querido es Rubén García. ¿Por qué? Entre muchas otras cosas, el valenciano llegó al club en Segunda División cuándo Osasuna estaba más cerca de irse del fútbol profesional que volver a primera. Aquella temporada, la 18-19, fue histórica, con un ascenso inolvidable como líderes y sin perder ningún partido en El Sadar. En esa temporada mágica, el mago marcó 7 goles y repartió 10 asistencias, siendo uno de los pilares de aquel equipo. Su mejor temporada goleadora fue en Primera División en la temporada 19-20, en la cual marcó 8 goles en 30 partidos.
Su papel la pasada temporada que fue clave.
A priori, era un año que se prevenía difícil para Rubén por la llegada de Abde y la adaptación del ‘‘Chimy» Ávila a la banda derecha. No jugó muchos partidos de titular, pero su rol de revulsivo lo aprovecho y de qué manera. Un gol clave para llegar a la final copera lo hizo él. Un partido que parecía perdido en terreno bético, perdiendo 2-1 en la prórroga, y apareció él para marcar un gol importantísimo tras un rebote. A posteriori, Osasuna llegó a la final de la Copa del Rey 2023, en la cual perdió por 2-1 en una final muy dolorosa.
Otro momento clave, fue un gol que marcó en Cádiz para ganar 0-1 en la jornada 33. Fue un auténtico golazo desde fuera del área y acercó a Osasuna a disputar competiciones europeas. Los rojillos clasificaron a la Conference League y en la previa perdieron ante el conjunto belga, el Brujas. Eliminatoria muy dolorosa y se acababa demasiado pronto el sueño europeo de toda Navarra.
