El conjunto de Claudio Giráldez remonta y consigue los primeros tres puntos de la temporada
El Celta gana gracias a su héroe, Iago Aspas
Empezaba la temporada para Celta y Alavés en una fecha a la que muchos no nos terminamos de acostumbrar, en plenas fiestas patronales de los pueblos en más de media España, o con buena parte del país en la playa o en el destino turístico que llevan esperando todo el año. Antes del pitido inicial, un merecido homenaje a don Rodrigo Corrales Rodal, Paco Caro dixit, portero de los Hispanos y bronce olímpico.
El caso es que dos de los equipos que, en teoría, van a luchar por la permanencia al final del presente ejercicio saltaron a Balaídos y las cosas, de entrada, salieron bien para el Alavés. Especialmente, porque Iago Aspas estuvo a punto de irse a casa a las primeras de cambio. El de Moaña dio un manotazo a Antonio Blanco y vio la tarjeta roja directa. Sin embargo, Quintero González fue al VAR y tras revisar la acción cambió la roja por amarilla.
Pero decíamos que las cosas salieron bien para el Alavés. Porque en el minuto 17 un centro de Antonio Blanco desde la banda izquierda fue rematado de cabeza a la perfección por Kike García. Con el paso de los minutos, el Celta fue ganando terreno. Y si Iago Aspas había sido protagonista en el apartado negativo al inicio del primer tiempo, lo fue en el lado positivo en el minuto 42. Pero la jugada no terminó bien, ya que el fuera de juego automático anuló el tanto del de Moaña.
Una cabalgada de Bamba por la izquierda la recibió de espaldas Douvikas, como si fuese un pívot de baloncesto. La dejada del griego fue aprovechada por Iago Aspas, que llegaba de frente para rematar y batir a Sivera. Pero la tecnología manda y el gol no subió al marcador al señalar fuera de juego semiautomático del griego.
En la segunda parte, Antonio Blanco remató alto poco después del paso por vestuarios. Pero el Celta buscó el empate pero, de nuevo, Douvikas cayó en fuera de juego. Después, Iago Aspas rozó el empate con un remate de cabeza en plancha que salvó Sivera. Pero el conjunto olívico acabó consiguiendo el empate gracias a Swedberg. El sueco recibió un balón en la frontal, encaró y remató con el exterior al fondo de las mallas.
El Alavés se sintió espoleado tras el empate del Celta para buscar la victoria. Hugo Novoa estuvo a punto de rematar de tacón un entro de Carlos Vicente. Y después fue Villalibre el que tuvo un mano a mano con Iván Villar que no acertó a finalizar por culpa de una gran intervención del meta olívico.
En estas apareció el de siempre, Iago Aspas. Una combinación entre Mingueza y Swedberg llegó a las botas del de Moaña que definió con maestría ante Sivera, tras un disparo cruzado, firmando la remontada céltica.
El propio Aspas estuvo a punto de firmar un doblete tras rematar un centro de Moriba. No hubo tiempo para más. Iago Aspas sigue siendo el héroe de todo el celtismo, que aspira a un año más tranquilo que el anterior.
