El británico volvió a dar una imagen de inferioridad ante un Verstappen que a día de hoy es claramente inferior al cohete que han hecho los de Woking

Mclaren celebrando el podio de sus pilotos
Mclaren celebrando el podio de sus pilotos | La Sexta

Otro gran premio que pasa, otro gran premio que gafa los británicos, pues desperdician el 1-2 de la clasificación del sábado, para servirle en bandeja la victoria a Ferrari de la mano de Leclerc, demostrando que una única parada les ha valido para llevarse el gato al agua. Mucho tienen que aprender los de color «papaya».

Mclaren, un equipo sin «Piloto 1 y Piloto 2»

Mclaren ha vuelto a demostrar este domingo que no están para pelear por el título, al menos anímicamente, pues parece que no poseen la madurez suficiente para cargar sobre sus hombros el nombre de «Campeones del Mundo«. En un equipo que hace poco más de un año formaba a los pilotos que se sentaban en su coche, para años después, poder sentarse en un coche más competitivo (Carlos Sainz a Ferrari, por ejemplo).

Ahora, son un equipo puntero, y que debe demostrar que pueden, e irán a destronar a Red Bull, que tras la marcha de Newey, se le acabó la fiesta, y deberá rezar para que el cambio de reglamentación en 2026 les aúpe de nuevo a lo alto, pero no de la mano de Honda, que se irá a Aston Martin ese mismo año, sino de Ford, una marca con poca historia reciente tras su marcha del «Gran Circo» hace 20 años.

Las ganas de meterse en la batalla por el Mundial de Óscar Piastri están provocando que tanto él como Norris salgan perjudicados, pues las batallas tontas del australiano con su compañero de equipo no llevan a ninguna parte a Lando, que ve como Max está más cerca de su cuarto título consecutivo, y posiblemente el último con la marca de bebidas energéticas si su ritmo sigue así.

Faltan ocho carreras hasta el final de mundial. Alguien dentro del garaje del equipo debe hacer entender a Piastri de que a partir de ahora, deberá servir enteramente a Norris, y empujarlo para llegar cuanto antes al liderato del mundial, y a su vez ayudaría a Mclaren a ganar el Mundial de Constructores. Pero como esto siga así, serían el hazmerreír del «paddock», pues ni con el mejor coche del año son capaces de ganar a Verstappen. 

Monza, de vuelta dominada por Ferrari

Norris empezaba la carrera desde la primera posición ganada el sábado, pero una intentona novata de Piastri pocas curvas después ponían al australiano en cabeza, y nadie fue capaz de quitarle esa posición, al menos en pista. Mclaren metía a Lando primero, para que así entrara Óscar más tarde, y pudiera adelantarle en pista, y que todo saliera a pedir de boca para los de Woking, pero no contaban con un pequeño factor, Ferrari.

Los del «Cavallino Rampante» corrían ante su grada con muy pocas posibilidades de victoria, pues aunque no partían mal en parrilla (4º y 5º), Mclaren les superaba en todos los aspectos. Pero la estrategia que usaron con Leclerc de ir solo a una parada, a pesar de que paró una vuelta más tarde que Norris, aguantó el neumático duro hasta final de carrera, culminando su segunda victoria en Monza desde 2019, y prolongar las caras largas del equipo «papaya», que tendrá que ir a Bakú con un cambio de mentalidad importante, si no quieren perder el mundial de pilotos.

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