Decía Alfredo Di Stéfano que un partido sin goles es como un domingo sin sol, entonces Jhon Durán para el futbol debe de ser como un viernes soleado en la costa al medio día.
Jhon Jader Durán Palacio debe de ser como se le dice en Colombia a «sacudir el árbol» cuando quieres cambiar el ritmo de un partido. Aunque en su caso no sacudes el árbol, lo arrancas y plantas otro.
Durán llega al futbol europeo de la mano del Aston Villa tras romperla con el Chicago Fire en la MLS con 8 goles y 5 asistencias en 27 partidos. No hizo mucho ruido a su llegada a Birmingham, más allá de llegar como una joven promesa que ya había dado sus pasos en la liga local como profesional con 15 años y marcando goles.
Durán es como un viernes soleado en la costa a medio día.
La precocidad no es su única virtud, ya en la Premier League se ha encargado de que todos los grandes clubes de Europa conozcan su nombre y es que este mismo verano, tras una buena temporada bajo el mando de Unai Emery, y con el número 14 a su espalda, media Champions League preguntó por el colombiano.
Jhon se ha destapado, no solo como un gran jugador, si no que, además, se trata de un goleador astuto, insaciable y prolífico como tan pocos pueden decir con apenas 20 años. Esta misma temporada ha marcado 4 goles, tan solo 1 menos que la pasada campaña donde jugó de media unos 22 minutos por partido y llegó a los 23 partidos jugados.
A diferencia del año pasado, Ollie Watkins, su rival por la titularidad en los «Villains», no ha empezado de la mejor manera, marcando tan solo 3 goles y con una actuación espantosa frente al Arsenal de Mikel Arteta en Villa Park.
Debutó en liga profesional con 15 años
Jhon Durán está tan cerca de los mejores delanteros del mundo, que compite libra por libra con Erling Braut Haaland. Según estadísticas de la Premier League, Durán es el segundo jugador con más disparos a puerta por 90 minutos (3,4), con más disparos (6,9) y con más goles (2,75). Todo esto con un porcentaje de conversión de sus tiros del 40%.
Solo queda alimentar el debate sobre su titularidad. Emery confía en él y Durán confía en sí mismo.