Ganó el Alavés a la SD Compostela sin tirar ni una mísera vez a puerta. Y, es que, los errores ante equipos de primera se pagan muy caros en esta Copa del Rey. El único error que cometieron en todo el encuentro, en un mal despeje de Kike que se coló en su propia portería, le valió a los vitorianos para firmar su pase a la segunda ronda. Cortan así los de Luis García Plaza, una racha de cinco derrotas consecutivas en competición doméstica y, el viernes ante el Mallorca, tendrán una nueva oportunidad de espantar los fantasmas del descenso.
Dominó la SD Compostela de cabo a rabo, pero la falta de acierto de cara a gol les impidió, al menos, rascar una prórroga en el Vero Boquete. Cierto es que tampoco generaron grandes ocasiones, como manos a manos o tiros a bocajarro, pues el único chute en boca de gol fue en fuera de juego. Se despiden de la Copa del Rey con un sabor agridulce, el de caer con la cabeza bien alta. Devolviendo a Santiago de Compostela un partido de primera más de una década después.
Un error muy costoso
Ambos entrenadores hicieron muchas modificaciones respecto a su último encuentro en competición doméstica. Luis García Plaza tan solo mantuvo a Pica, Mouriño y Diarra, quizás pensando en el duelo ante el Mallorca del viernes. Antón Permuy, por su parte, hizo lo propio con seis jugadores, dejando fuera del once a Carlos Cinta, la gran referencia en este inicio de temporada. Eso sí, desde un primer momento dejó claro que no iba a jugar a encerrarse ni mucho menos, sino que le iba a plantear una pizarra de tú a tú.
El inicio del choque estuvo marcado por la paridad, incluso daba la sensación de que la SD Compostela era el equipo grande. Aupado por los más de 7000 aficionados que abarrotaban las gradas del Vero Boquete, saltaron al césped con el cuchillo entre los dientes. Kike y David Soto, muy sólidos, borraron a Villalibre del mapa. Así impedían al Alavés jugar con comodidad y, por momentos, les robaban la posesión. Hugo Matos, el ídolo local, tuvo el primero en un cabezazo que se marchó rozando la cruceta. Cayó mal del salto y, veinte minutos más tarde, salió a hombros del campo con claros gestos de dolor en su tobillo. Landeira ocupó su puesto.
Los vitorianos no daban ninguna sensación de peligro. Pero, en el único error de los santiagueses, se lo iban a hacer pagar muy caro. Muñoz ponía un centro cerrado al que Kike llegaba forzado e, involuntariamente, introdujo el esférico en la portería de Iago Domínguez, quien también pudo hacer más por rechazarla. El gol lo condicionó todo, pues el Alavés se asentó en bloque bajo y no dejó maniobrar a la SD Compostela. Por mucho balón que aglutinasen los locales, apenas amedrentaban el marco de Owono.
Manu Barreiro, ganando todos los balones divididos, y Diego, tímidamente desde fuera del área, eran los que más lo intentaban. El balón parado, del que gozaron en varias faltas localizadas en tres cuartos, tampoco les era de provecho. Era como si se golpeasen una y otra vez contra un muro inexpugnable que, además, amenazaba con asestar otro mazazo en transiciones rápidas. Stoickov, precisamente, tuvo el segundo en un mano a mano que parecía claro fuera de juego, pero que el linier no señaló.
Dominio insuficiente
La dinámica se mantuvo en el inicio de la segunda parte, con un `Compos´ incluso más incipiente por banda. Fer Cano, por la izquierda, tuvo el empate en un disparo escorado que se marchó desviado por el palo largo. Landeira, por la derecha, gozó de una de las mejores ocasiones, pero impactó de forma errática con el esférico. Minutos antes vio la tarjeta amarilla por simular un penalti, según el colegiado del encuentro, Busquets Ferrer. Apretaban con corazón y cabeza, a sabiendas de que una de las contras con las que coqueteaba el Alavés podía significar su sentencia.
Llegado el minuto 70 y, ante la ineficacia de su equipo, Permuy agotó las naves dándole entrada a Cintas y Samu. Las internadas de la SD Compostela cada vez eran menos y de menor peligro. El cansancio, propio de dominar a un conjunto tres categorías superior a ellos, les pasaba factura. Sin embargo, el Vero Boquete tenía otros planes, el de darles el último aliento para luchar hasta el final. Y, tras una peinada en el pico del área, Santi de Prado la mandaba fuera en boca de gol. El Alavés rascaba tiempo de los saques de banda, de puerta… Como si se hubiesen intercambiado los papeles lógicos.
Próximos encuentros de la SD Compostela y Deportoivo Alavés
El Alavés recibirá al Mallorca en casa en un duelo transcendental por la permanencia, más aún de las cinco derrotas consecutivas que les persiguen. La SD Compostela, por su parte, recibirá al Coruxo con ansias de alejarse del descenso y acercarse a donde se merece, a los puestos de playoff.