Álvaro Hormiga jugando para el Conquense

Con solo 23 años, Álvaro Hormiga, portero de la Unión Balompédica Conquense, ha vivido más cambios que muchos futbolistas en toda su carrera. De Fuerteventura a Cuenca, su vida es una serie de idas y venidas, de retos y sacrificios que hablan de un sueño indomable. Muy joven, se mudó de las islas a la península, ha cuidado su alimentación, convivido en casas en condiciones indecentes y ha entrenado solo, esperando la oportunidad de demostrar que el puesto bajo los tres palos es suyo.

PREGUNTA. «¿Recuerdas el momento en que te convertiste en portero? Tengo entendido que eras jugador de campo hasta alevines.»


RESPUESTA. «Sí, sí, tal cual como lo dijiste. Yo siempre he sido jugador de campo, mediocentro o central; era como me divertía de pequeño. Bueno, a raíz de una lesión del portero me tocó ponerme en la portería. Ese partido tuve suerte, lo hice bien, me gustó y, a partir de ahí, empecé con entrenamientos específicos de portero y hasta la fecha.»

P. «Seguiste progresando como portero y, a los 16 años, dejaste Fuerteventura para irte a Las Palmas. ¿Cómo fue ese cambio?»


R. «Hice mi primer año de juvenil en Fuerteventura, en el CD La Oliva. Quería dar un paso más en mi carrera, aunque todavía era juvenil, porque en Fuerteventura en ese año no había División de Honor. Así que me desplacé a Gran Canaria y jugué en el Acodetti, donde terminé segundo de bachillerato e hice mi segundo año de juvenil en División de Honor. La verdad es que me fue bien, y esa experiencia me sirvió para poder fichar luego por el Cádiz en División de Honor y compaginarlo con mis estudios universitarios.»

P. «¿Qué significó para ti esa etapa en el Acodetti y el famoso partido contra Las Palmas, que se jugaba la liga con el Tenerife? ¿Es cierto que hubo cierta polémica porque fuiste fotografiado con una camiseta del Tenerife al acabar el partido?»


R. «De eso me arrepiento un poco, porque fue un gesto algo feo, aunque sin maldad. Yo tenía muchos amigos en el Tenerife en ese entonces y, durante toda esa semana, me llamaban diciendo que si nosotros conseguíamos empatarle a Las Palmas, les dábamos la liga. Al final, terminamos empatando y, al acabar el partido, me llamaron por videollamada. Había un chaval con una camiseta del Tenerife y se me ocurrió la idea de ponérmela para mandarles una foto. Luego creo recordar que la subí a redes sociales… Cosas de niños.»

P. «Pasar del Acodetti al Cádiz, en juveniles, fue un gran salto. ¿Cómo recuerdas ese periodo y las condiciones en las que vivías?»


R. «Bien, la verdad, porque el Cádiz es un gran club. Empezaban a profesionalizar la cantera y fue el primer año en que entrenábamos en el mismo horario que el primer equipo y el filial. Llegué a entrenar con el primer equipo y, aunque cobrábamos poco, era una experiencia bonita y en la que habría estado sin cobrar. Nos enfrentábamos a grandes rivales como Sevilla, Málaga y Granada. Vivíamos en un chalé que el club facilitaba y, aunque luego nos trasladaron a una residencia, las condiciones no eran malas. Creo que hay gente en peores condiciones, y éramos unos agradecidos.»

P. «Luego, fichaste por el Lebrijana, pero viviste una temporada difícil jugando apenas tres partidos. ¿Cómo gestionaste esa temporada?»

R. «Bueno, bien, por mi forma de ser. La portería es una posición complicada, y en ese entonces había un portero contrastado en la categoría que tenía la confianza del míster. Era mi primer año senior y sabía que sería difícil entrar. Jugué dos o tres partidos y, aunque fue un año complicado a nivel personal, me sirvió para crecer.»

Álvaro Hormiga portero del Conquense responde
Álvaro Hormiga responde a Alberto Puente | Foto: David Cano

P. «Volviste a las islas con el Panadería Pulido y luego vinieron tus fichajes por el Burgos y el Barco. Casi te podríamos considerar un trotamundos. ¿A qué atribuyes esos cambios constantes?»


R. «Más o menos… Bueno, al final me muevo por el fútbol y vivo de esto. Voy donde crea que están las mejores condiciones para seguir creciendo, tanto a nivel personal como profesional. Además, lo compagino un poco con mis estudios; estoy estudiando una carrera en Relaciones Laborales y Recursos Humanos. Mi prioridad es el fútbol, pero no tengo hijos, así que por ahora puedo irme a donde sea.»

P. «Después de estos cambios, llegas a Cuenca. ¿Qué te hizo decidirte por la UB Conquense la temporada pasada?»


R. «Bueno, el año pasado firmé aquí un poco tarde, con la pretemporada ya empezada. Como sabes, los mercados son complicados; a veces no salía nada que me interesase y preferí esperar. Creo que fue en la segunda o tercera semana cuando me incorporé, y aquí sigo hasta la fecha.»

P. «Estás compartiendo equipo en las últimas campañas con Raúl Bernabéu. ¿Cómo vives esa competencia y los pocos partidos jugados en las últimas dos temporadas?»


R. «Entiendo el fútbol como un deporte colectivo; todos debemos aportar, ya sea en el banquillo, en la grada o en el campo. La portería es una posición delicada, y no suele haber muchas rotaciones durante el año. Raúl es un portero contrastado que lleva más tiempo aquí. Lo único que puedo hacer es trabajar y dar lo mejor de mí. Estoy preparado para cuando me toque jugar, ya sea 10, 15 o los partidos que sean.»

P. «En el partido frente al Navalcarnero te vimos con una gorra poco común. ¿Cuál es la historia detrás de ese look?»


R. «Fue por el sol. Empezamos el calentamiento y había un sol que deslumbraba. Durante los centros de calentamiento con Ballesteros, el entrenador de porteros, pues no veía nada, así que se me ocurrió pedir una gorra. Yo iba a salir al partido cuando justo antes, el ayudante del club, José Luis, me la dio, y así salí al campo.»

P. «Hubo más de 3,500 aficionados en el partido de Copa el pasado miércoles. ¿Cómo se vive esa ilusión?»


R. «Fue una noche increíble, para el recuerdo. Ver La Fuensanta con la afición abarrotada en ese contexto de Copa del Rey, que siempre tiene una esencia especial… Fue algo emocionante. Mis compañeros parecían ir solos en el campo con el aliento de la afición. Ojalá fuese así todos los fines de semana. Creo que somos un equipo que engancha.»

P. «¿Qué le dirías a esa afición que solo acude a los partidos grandes?»


R. «Bueno, es normal que los partidos de mayor expectación atraigan más gente, como los de Copa del Rey. Pero nos gustaría que nos apoyaran cada fin de semana, porque a esos partidos no llegaríamos si no ganáramos los «partidos flojos», que son igual de importantes.«

P. «Desde julio, el equipo ha tenido problemas de impagos. ¿Cómo afecta esto al vestuario y a la unión del equipo?»


R. «A la unión del equipo, nada. Es algo que no depende de nosotros. No es una situación fácil ni para nosotros ni para quienes lo gestionan. Tenemos que hacer lo que está en nuestras manos de la mejor manera posible. Es importante tener empatía con los que están trabajando para que se solucione cuanto antes, pero a nivel de vestuario y deportivo, estamos respondiendo bien.»

«El Conquense no es un club cualquiera; es un histórico y con mucha repercusión.»

álvaro hormiga

P: «Por último, si la irregularidad en las titularidades continúa, ¿te plantearías buscar otras oportunidades fuera del Conquense?»


R: «Bueno, uno nunca debe cerrar puertas, porque no sabes lo que puede pasar en el mercado de invierno. Pero es cierto que aquí estoy muy contento. Renové habiendo jugado pocos partidos la temporada pasada. Cuando uno está lejos de casa, valora muchas cosas como la ciudad, el ambiente y los compañeros. Creo que el Conquense no es un club cualquiera; es un histórico y con mucha repercusión. Aquí, jugar 15 partidos puede ser mejor que jugar 30 en otro club.«

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