Tras nueve jornadas sin ganar y un equipo prácticamente hundido, Diego Martínez llegó a la isla para darle un lavado de cara total al equipo, logrando tres victorias en cuatro partidos de Liga y sacando a Las Palmas del descenso después de mucho tiempo. Además de una brillante primera ronda en la Copa. ¡Qué bien te queda el amarillo, Diego Martínez!
Nueve jornadas y el equipo colista
Tras perder la final del playoff con el Oviedo, Luis Carrión inició una nueva aventura en los banquillos. En junio de este año, fue fichado por Las Palmas, respaldado por una excelente temporada con el conjunto carbayón, que estuvo muy cerca de culminar en ascenso.
Sin embargo, después de nueve jornadas al frente del equipo amarillo y con solo tres puntos sumados, una dolorosa derrota en casa contra el Celta de Vigo -que jugó con dos jugadores menos durante casi una mitad-, en la que el equipo fue incapaz de anotar y al menos empatar el partido, llevó a la directiva a tomar una drástica decisión: rescindir su contrato y apostar por Diego Martínez para intentar cambiar el rumbo del equipo.
Diego Martínez; nueve puntos en cuatro partidos
El técnico vigués aterrizó y le cambió la cara al equipo. Cuenta sus partidos por victorias, salvo el complicado compromiso en el Civitas contra el Atlético; todo lo demás lo ha resuelto con triunfo. Tiene mucho mérito, ya que dos de las tres victorias han sido a domicilio, en estadios tan exigentes como Mestalla y Vallecas. Hace cuatro jornadas, nadie lo habría imaginado, pero ha logrado sacar al equipo del descenso, reviviendo a un grupo que parecía condenado a la Segunda División. Donde antes todo eran dudas, ahora todo son certezas.
Cabe destacar también que, aunque se tratara de un rival de categoría menor, el equipo avanzó con solvencia en la Copa del Rey, al vencer 7-0 al Ontiñena.
Un equipo muy competitivo
El equipo de Luis Carrión tenía una media de posesión del 57.5%, mientras que con Diego Martínez, un 43.5%. Con Carrión, el equipo disparaba una media de 12,2 veces por partido, frente a las 8,75 con el nuevo entrenador, y a puerta, 4,3 por 3,25. La clave está en la efectividad: antes anotaban un gol cada cuatro disparos a puerta, y ahora convierten casi el 40% de los disparos que van entre los tres palos. Además, el equipo encaja menos goles. Por primera vez en la temporada, logró dejar su portería a cero contra el Girona, y el otro día, frente al Rayo, recibió gol casi al final del partido, cuando ya ganaban 0-3. En resumen, podríamos decir que el equipo necesita menos para ganar partidos y es muchísimo más competitivo en las áreas.
El equipo antes era muy protagonista, pero a veces confundía el ser protagonista con el tener el balón de forma estéril. Un buen ejemplo de ello fue la segunda parte contra el Celta, donde el equipo se pasaba el balón de lado a lado y era incapaz de generar peligro a un conjunto bien plantado atrás, con dos líneas de 4 y Douvikas arriba. En cambio, el equipo de Diego Martínez es mucho más reactivo, arriesga menos y es más vertical. Antes, el equipo no tenía gol; ahora ha marcado tres goles en dos de los cuatro partidos de Liga que ha jugado con el técnico vigués en el banquillo.
Sistema 4-2-3-1 o 4-3-3
Ha consolidado un once tipo, en el que prácticamente no hay cambios: en la portería, Cillessen; en defensa, los fijos son Viti, Álex Suárez, McKenna y Álex Muñoz; en el medio campo, Kirian y Essugo dan equilibrio, con rotaciones entre Campaña y Javi Muñoz en función del rival y el planteamiento de partido; y en ataque, Moleiro y Fábio son indiscutibles, mientras que el tercer atacante varía entre Januzaj, Manu Fuster y Sandro.
Destaca el triángulo de seguridad que ha generado con Essugo, McKenna y Álex Suárez. Los dos aviones que tiene en los laterales, y los jugones para generar peligro arriba, destacando el papel de Moleiro y Fábio.
Queda mucha temporada por delante, pero, de momento, Diego Martínez ha caído de pie en el banquillo canario. Por otro lado, desearle toda la suerte del mundo a Luis Carrión en su próxima aventura; seguro que podrá demostrar el gran entrenador que es.