La PGMOL ha suspendido al árbitro David Coote y ha iniciado una investigación completa, después de que se filtrara un vídeo que, supuestamente, mostraba al árbitro haciendo comentarios groseros sobre el Liverpool y Jurgen Klopp.
«El Comité de Árbitros de la UEFA suspendió inmediatamente a David Coote hasta nuevo aviso el 11 de noviembre, antes de la próxima ronda de partidos de la UEFA, cuando se dio cuenta de su comportamiento inapropiado», dijo el comunicado.
La realidad de la situación
El miércoles por la noche, salió a la luz un vídeo muy polémico que inundó las redes. Presuntamente, era Coote esnifando un polvo blanco en una habitación de hotel, mientras trabajaba en la Eurocopa del verano pasado.
En dicho vídeo, Coote se dirige a Klopp, entrenador del Liverpool hasta el pasado verano, como «gilipollas» y «arrogante», aunque se desconoce la fecha en la que se grabaron las imágenes.
«Es un gilipollas, un absoluto gilipollas. Además de lo que me hizo en un partido contra el Burnley durante la pandemia, me acusó de mentir. No tengo interés en hablar con alguien tan jodidamente arrogante. Haré todo lo posible por no hablar con él, alemán gilipollas, joder», dijo Coote en el vídeo, que ha circulado en redes sociales desde el domingo.
Si esto resulta ser legítimo, las consecuencias recaerán en todos los funcionarios de la pirámide del fútbol. En el clima actual de debate en las redes sociales, proporcionará combustible para los teóricos de la conspiración que creen que cualquier decisión tomada en contra de su equipo es provocada por un rencor, un sesgo personal o una aversión hacia su club en particular.
La noción es errónea, ya que los errores cometidos por quienes se hacen cargo de los partidos. Al igual que con los jugadores, se deben a un error humano honesto, no a un resentimiento hacia un entrenador, jugador o club en particular.
El problema para el jefe de PGMOL, Howard Webb, es que las palabras de David Coote, en caso de que se confirme que son genuinas, irán en contra de esa creencia para muchos, yendo al corazón de lo que debería ser el código personal de todo funcionario.
Los árbitros, inevitablemente, tendrán enfrentamientos con equipos e individuos, dada la naturaleza de alto riesgo del fútbol profesional. Pero debe existir la creencia de que cualquier antipatía persistente se deja de lado en el momento en que toman el cambio de su próximo juego.
Decisiones arbitrales que dejan dudas
Las decisiones anteriores de Coote cuando estaba a cargo de los partidos del Liverpool ya están siendo analizadas. En octubre de 2020, Virgil van Dijk sufrió una lesión de rodilla que puso fin a su temporada tras una entrada imprudente en el área, sin que se concediera ningún penalti. A Jordan Henderson se le anuló un gol de la victoria en el tiempo de descuento por fuera de juego.
Estaba desempeñando el mismo papel en diciembre de 2023 cuando una clara mano del capitán del Arsenal. Martin Odegaard, cuya polémica luego se reconoció como un error, escapó del castigo en el empate 1-1 en Anfield.
Errores, sí, pero honestos, solo para que la aparición del vídeo de Coote reabra una lata muy grande de gusanos. Los árbitros ya están bajo presión y bajo un microscopio implacable. Este último acontecimiento no hará más que poner de relieve todo el debate.
Hasta el momento, sólo hay especulaciones sobre las posibles sanciones a Coote. Pero lo que sí parece más claro, es que su carrera como árbitro, al menos en Inglaterra, puede haber llegado a su fin.
