La Serie A inauguraba su jornada 15 con un enfrentamiento entre Inter de Milán y Parma. Los de Inzaghi iban a disputar su encuentro tras no poder terminar el partido contra la Fiorentina, debido al preocupante desmayo de Bove, mientras que los de Pecchia se plantaban en el Giuseppe Meazza tras vencer a la Lazio.
Primera mitad: Dominio y brillantez del Inter
Con el desfile de jugadores, las banderas desplegándose en el frío cielo de Milán y todos los protocolos previos al comienzo hechos, el colegiado daba permiso a que rodara el esférico.
Los locales no tardaron ni un minuto en implantar su ritmo en el encuentro, aunque el I Crociatino no se daba por vencido. Antes de llegar al minuto diez, Lautaro cayó al borde del área para provocar una peligrosa falta. Pero el invento de Dimarco y Çalhanoglu no intimidó la portería visitante.
Los Nerazzurri cada vez se sentían más cómodos con el color que iba cogiendo el choque. Primero Thuram con un disparo alto, después Dumfries con un chute potente que se estrelló en la cruceta y más tarde un gol anulado de el Toro avisaban al Parma de que el gol estaba al caer. El Parma seguía resistiendo el bombardeo local. No en vano, Shom casi dio el campanazo con un golpeo raso que se alejó por pocos metros de la portería de Sommer y después con un pase exquisito a Cancelleri, que no supo engañar al suizo.
El conjunto de Inzaghi continuó creando ocasiones de peligro, pero sin resultado. Sin embargo, Dimarco conectó con el mago de Armenia, Mkhitaryan, que con una genialidad con la espuela de su bota derecha, dejó al carismático carrilero italiano delante de los tres palos. Con un pase a la red, Dimarco estrenó el casillero de los suyos y del partido.(1-0)
Sin el Parma dar señales de peligro y el Inter circulando el balón de lado a lado con facilidad, los primeros cuarenta y cinco minutos llegaban a su final.
Segunda mitad: El Inter sentenció
Después de que los entrenadores de Inter del Milán y Parma dieran sus respectivas charlas, otra vez, se volvió a imponer la idea de la leyenda italiana. Tras un pase de volea de Mkhitaryan, Barella controló el balón con el pecho para afrontar una autopista hacia el gol. Sin ponerse nervioso, esperó a que el central del Parma se venciera, y con toda la calma del mundo, ajustó la esférica al segundo palo. La celebración tardó en llegar, debido al VAR, pero una vez se revisó la posición del mediocampista del Inter, el estadio enloqueció. (2-0)
Solo faltaba que el capitán y máximo referente hiciese los deberes. Un centro con la altura y potencia exacta, se dirigió a la cabeza de Lautaro Martinez, pero el guardameta japonés, Suzuki le cerró la puerta.
El asedió local seguía maltratando a un Parma sin ideas. Un córner con peinada de Bisseck hacia el segundo palo, dejó solo a Thuram para que con la pierna derecha acompañase el balón a la red y marcase el tercero. El Inter sentenciaba el encuentro.(3-0)
Con esa ventaja tan significativa, Inzaghi decidió mover el banquillo para dar descanso a jugadores con muchos minutos. Correa, recién entrado, le puso un balón picado a el ex de Racing de Avellaneda para que pudiera tener su ansiado gol. El 10, con la puntilla de la bota intentó colocar el esférico al palo más alejado del guardameta, pero el efecto le jugó una mala pasada.
En los minutos finales, el Inter, se confió en exceso, y con un balón al espacio y la presión del rumano Man, Darmian en hacer el intentó de despejar, acabó metiendo el balón en su propia meta, dando una pequeña alegría a la afición visitante.(3-1)
Correa, que estaba siendo una pesadilla para la defensa rival, le puso un pase de tres dedos a Lautaro, que cuando hizo el gesto de girarse, resbaló con la pelota. El árbitro respondió con una pena máxima. Acto seguido, lo fue a revisar para corregir su decisión.
Próximos encuentros de Inter de Milán y Parma
El conjunto milanés tendrá que viajar al BayArena para disputar su partido de Champions League contra el Bayer Leverkusen.
El Parma jugará delante de su gente contra el equipo más goleado de la Serie A, el Verona