Pascual Pérez, presidente del CD Eldense, ha expresado su hartazgo y frustración tras recibir continuas críticas por parte de la afición y los medios. En unas declaraciones que dejan claro su malestar, Pérez dijo: «Lo que me apetece a mí es irme ya de aquí. Eso es lo que me apetece. Y lo será más pronto que tarde, cansado ya de todos los comentarios hacia el club, a los jugadores, al cuerpo técnico, a todo. No merecemos estar donde estamos». Estas palabras reflejan el cansancio del presidente, quien se ve presionado por la situación y por la creciente impaciencia de los seguidores del club.
El Eldense al borde del abismo
El Eldense ocupa actualmente la posición 18 de Liga Hypermotion, con 19 puntos en su haber. Si bien aún no se encuentra en puestos de descenso directo, la situación es crítica. El equipo sigue muy cerca de la zona peligrosa, y cada jornada parece acercarse más a los puestos de descenso. En las primeras 18 jornadas, el equipo ha sumado 5 victorias, 4 empates y 9 derrotas, lo que refleja una campaña irregular y llena de altibajos. Con tan solo 5 victorias hasta la fecha, el conjunto alicantino ha demostrado ser incapaz de mantener una racha de resultados positivos que lo aleje del peligro.
El trabajo de Dani Ponz, el entrenador del Eldense, también ha sido duramente cuestionado. A pesar de la comprensión de muchos sobre las dificultades inherentes a la categoría, las críticas se han intensificado, y Ponz se ha visto presionado tanto por los resultados como por el descontento creciente en las gradas. La afición, que inicialmente se mostró entusiasta con el ascenso del equipo a La Liga Hypermotion, ahora empieza a expresar su frustración ante los constantes tropiezos y la falta de progreso.
Una afición cada vez más impaciente
La relación entre el presidente Pascual Pérez y la afición del Eldense se ha deteriorado en las últimas semanas. Aunque al principio los seguidores del club mostraron un respaldo unánime hacia el proyecto, los malos resultados y la sensación de estancamiento han generado un ambiente de desconfianza. La afición, siempre exigente cuando los resultados no acompañan, no ha dudado en manifestar su descontento, especialmente en redes sociales y en las gradas.
Este contexto ha enfurecido a Pascual Pérez, quien en su última intervención dejó claro que las críticas y comentarios destructivos no solo le afectan a él, sino también al rendimiento del equipo.
La sensación de que no se valora el trabajo del cuerpo técnico y los jugadores ha llevado al presidente a cuestionar su permanencia en el club. «No merecemos estar donde estamos», afirmó Pérez, refiriéndose a la difícil situación del equipo en la tabla, pero también sugiriendo que no se reconoce el esfuerzo realizado.
¿El final de un ciclo?
Las declaraciones de Pascual Pérez marcan un punto de inflexión en su relación con el club y la afición. Aunque el equipo aún no ha caído en descenso directo, la situación es delicada y el margen de maniobra es cada vez más estrecho. La temporada aún es larga, pero si el Eldense no mejora sus resultados pronto, la presión sobre el cuerpo técnico y la directiva aumentará, y podría llevar a una toma de decisiones por parte de la directiva.
En cuanto a Pascual Pérez, sus palabras indican que su paciencia está llegando a su límite. La frustración por la falta de resultados, sumada a la creciente presión externa, podrían acelerar una salida que, hasta ahora, parecía impensable. Sin embargo, el futuro del presidente depende, en última instancia, de lo que suceda en las próximas semanas. Si el equipo logra recuperar terreno y salir de la zona de peligro, podría ofrecerle un respiro. De lo contrario, la relación entre la directiva, el cuerpo técnico y la afición podría convertirse en insostenible.