El AC Milan celebraba el domingo 15 de diciembre sus 125 años, y en el encuentro ante el Genoa, jugaron con camisetas especiales conmemorativas. Pese a que el momento invite a la celebración, no hubo mucha alegría. Pues los aficionados viven un momento de fuerte descontento con el club y sus dirigentes y se hicieron notar.
El propietario del Milan, Gerry Cardinale, ha sido duramente criticado en los últimos días por su poca proximidad con los jugadores, los técnicos y la afición. Además, la dirección deportiva tampoco ha hecho un buen trabajo este verano, o no todo lo bueno que esperaban. Es por todo ello que, tras el empate ante un Genoa que lucha por no descender, los aficionados del Milan dijeron basta y salieron a las calles a protestar.
A las protestas se sumó una pancarta con el siguiente lema:
“A la dirección del Milán: os hemos esperado y apoyado sin cesar, ya estamos hartos de vuestra mediocridad”
Ni en los despachos, ni en el césped
Además de con la directiva, el AC Milan también tiene un problema en los banquillos. Es sabido por todos la tensión que existe entre Fonseca y ciertos jugadores del conjunto italiano. Este dijo que trabaja todos los días para hacerlo bien, pero “no sé si todos aquí pueden decir lo mismo.”
De hecho, los aficionados también cargaron contra los jugadores, pues creen que estos no lo dan todo sobre el verde y los castigaron con una fuerte pitada en el último encuentro. Cargaron con cánticos contra el presidente, silbidos contra él y los jugadores de un conjunto, que pese a los intentos, no pudo marcar a un Genoa que aguantó férreo los ataques del Milan.
En liga, la situación del Milan no es buena. Son octavos y están a 14 puntos del primero, además, han pinchado contra rivales que debían ganar con cierta facilidad. En la Champions la situación es mejor, son duodécimos y su participación en la previa para la siguiente ronda no peligra. De hecho, han superado a rivales de entidad como el Real Madrid.
Pese a ello, los aficionados no creen que la situación sea buena y exigen una mejoría inminente tanto en juego y resultados como en la forma de hacer de la directiva.
De momento no se ha pronunciado nadie sobre las quejas, pero es de esperar que las reacciones no tarden en llegar. Los aficionados afirmaron que no van a parar hasta que alguien resuelva una situación que cada vez es más preocupante.