El Tottenham recibía al Manchester United en el duelo para clasificarse a semifinales de la EFL Cup, en un partido en el que pasó de todo.
Los «Spurs» venían de arrollar al Southampton en su último partido de Premier League, y su confianza estaba por las nubes antes del enfrentamiento copero
Los «Reds» por su parte, llegaban de plantarle cara al Manchester City con remontada épica en los últimos minutos, así que el espectáculo estaba servido.
Primera Parte: Muchas ocasiones, poco peligro
El encuentro empezó con ambos equipos jugando con calma, sin precipitarse. Los primeros minutos del partido estuvieron marcados por el juego en el campo defensivo, y los equipos rara vez se lanzaban al ataque.
A medida que progresaba el encuentro, el nivel del juego también lo hacía. Los ataques por la banda izquierda del Tottenham acabaron dando sus frutos. Allá por el minuto 15, a raíz de una falta a varios metros del área, Pedro Porro lanzó un zapatazo que quedó muerto en el área tras ser repelido por Bayindir. El más listo de la clase, Dominic Solanke, lo rescató y sin oposición adelantó a los «Spurs» en el marcador.
Los siguientes minutos fueron de dominio local, los hombres de Postecoglou mantenían el control del esférico en campo propio pese a la presión del United.
Las internadas por la banda de ambos equipos seguían siendo la tónica del encuentro, en el minuto 22, caía al suelo Bruno Fernandes tras una entrada que le costo la cartulina amarilla a Pape Sarr. En la siguiente jugada, el karma actuaria en contra de los «Reds», ya que en una jugada calcada por el otro lado, Mazraoui frenaba la internada de Kulusevski, que le acabaría costando la amarilla al jugador marroquí.
El juego siguió con un intercambio de ocasiones y llegadas, pero con poco peligro en las mismas salvo un par de disparos cercanos de Kulusevski repelidos por Bayindir, la gran sorpresa en portería en el 11 de los «Reds».
La primera parte concluiría tras dos minutos de añadido, no sin antes de que Amorim realizase un cambio obligado por lesión de Lindelof, que se marchó al vestuario poco antes que sus compañeros y en su lugar entraría Johnny Evans.
Segunda parte: Vendaval goleador y despropósitos defensivos
La segunda parte del encuentro es de esas que se recordarán durante mucho tiempo. Nada más arrancar, Kulusevski ampliaba la ventaja de los locales tras un centro repelido por Lisandro Martínez. El balón cayó a los pies del sueco, que tan solo tuvo que empujarla.
Tan solo 8 minutos después, Spence le metía un pase con precisión de cirujano a Solanke, que sumaba el doblete. El inglés aumentaba a 3 goles la sangría «red» tras zafarse de dos defensores y colocarla rasa imparable para Bayindir.
Amorim reaccionaba, quizás tarde, con tres cambios para revolucionar el juego de los suyos, y vaya si lo hizo. El juego del Tottenham se desmoronaba tras los cambios, la gran presión tras perdida que habían mostrado en el segundo tiempo desapareció. Tras una gran parada de Forster a un cabezazo de Zirkzee, el portero no se entendió con sus defensas que acaban perdiendo el balón y concediéndole el gol al mismo Zirkzee, que recortaba distancias.
Parecía que Forster seguía en su mundo. En el minuto 70, tras recibir un pase desde el centro de la zaga, el portero se duerme inexplicablemente y Amad se lanzó en plancha consiguiendo anotar. El gol avivó los silbidos al portero inglés en la grada del Tottenham Hotspur Stadium.
A falta de diez minutos para el final, el Manchester United seguía dominando el juego tras el bajón de los locales. En el momento en el que peor estaban jugando los «Spurs», Heung-min Son se puso la capa de Superman para salir al rescate de los suyos: El coreano saco un córner que poco a poco se fue envenenando hasta que entró en la portería de una manera bellísima. Gol olímpico que ponía el 4-2 en el marcador y daba un respiro al Tottenham.
Ya en el tiempo añadido, Johnny Evans marcaría de cabeza tras un córner, para poner el 4-3 definitivo. El Tottenham salió airoso y pasa a semifinales de la EFL Cup.
Próximos compromisos del Tottenham Hotspur y del Manchester United
Tras esta batalla colosal, ambos equipos afrontan la recta final de año, con partidos importantes para sus objetivos en la competición de la regularidad.
El Tottenham se medirá al líder de la Premier, el Liverpool el próximo domingo 22 de diciembre, en un partido trascendental para ambos clubes.
El Manchester United se cruzará con el Bournemouth en liga, encuentro a priori asequible para el conjunto dirigido por Rúben Amorim.