El Tiburón de Barrancas está brillando en el líder de la Premier y de la Champions en su nueva función como falso «9».
A mediados de la temporada 2021/22, Luis Díaz llegó al Liverpool desde el Porto por una cifra superior a los 50 millones de euros (fuente: Transfermarkt). Su desembarco en Anfield produjo un cambio de cromos clave en el equipo dirigido por Jürgen Klopp: es así como el legendario tridente ofensivo formado por Sadio Mané, Roberto Firmino y Mohamed Salah terminó por desarmarse con la salida del segundo y el ingreso del colombiano. Esta decisión provocó la reconversión de Mané, que en su último semestre en los Reds pasó de la banda izquierda a la zona central, incrementando así su participación en el juego asociativo, la presión y el gol. Más de dos años después, ya sin el senegalés ni Klopp en el club, es Lucho Díaz quien está recogiendo el testigo del actual delantero del Al-Nassr. Después de muchas probaturas, Arne Slot ha encontrado a su falso «9».
Su nuevo rol, clave en el salto de calidad en sus cifras
Los números no suelen mentir. Díaz ha sido alineado cuatro veces esta temporada como referencia ofensiva scouser, dejando cinco anotaciones –tres de ellas convertidas al Bayer Leverkusen en la goleada por 4 a 0 en la cuarta jornada de la Champions– como saldo a favor. Si comparamos con sus cifras de la temporada pasada, vemos que su promedio goleador ha incrementado exponencialmente: mientras que en la 23/24 generó un tanto cada 3615 minutos, en el curso actual lo está haciendo cada 1450.
Si bien varios de esos goles han llegado rompiendo desde la banda hacia adentro, otros lo han hecho apareciendo directamente en el carril del «9». Para muestra, el 0-1 contra el Tottenham, en el que remataría un gran centro de Trent Alexander-Arnold de cabeza como un ariete puro e iniciaría un histórico triunfo en Londres (3-6). La metamorfosis del colombiano, que solía gozar de una mayor libertad posicional en la funcional selección cafetera de Néstor Lorenzo que en su club, es evidente.
Mucho más que un goleador
Sin embargo, el principal impacto de Luis Díaz no es tanto desde lo individual como sí a nivel colectivo. En un equipo con un amplio abanico de recursos para lastimar al rival por dentro, El Guajiro está encajando a la perfección en el circuito de juego. Sus descensos para generar superioridades numéricas o sus caídas a la banda zurda -su hábitat natural- para permitir las diagonales de Cody Gakpo le están sumando un factor extra de imprevisibilidad a un Liverpool con muchísima calidad en cada una de sus líneas.
Si bien está por verse su desempeño ante bloques más bajos que los del Leverkusen, el Manchester City, el Fulham o los Spurs, su instinto vertical y su alta capacidad para regatear en espacios reducidos lo convierten en una fuerza de la naturaleza muy complicada de frenar. Por el momento, parece que tanto Diogo Jota como Darwin Núñez, las otras dos opciones para encabezar la punta del ataque red, tendrán que esperar su turno sentados en el banquillo. Arne Slot parece haber encontrado en Luis Fernando Díaz Marulanda algo que ninguno de nosotros pudo ver, ni siquiera el mismísimo Jürgen Klopp en su momento: un falso «9» implacable.