Quincy Promes o como tirar su carrera deportiva

Amberes es el mayor puerto de Europa. Entre la ciudad belga y Rotterdam se reparten más del 70% de las mercancías que entran al viejo continente vía marítima. A veces, esto significa también la entrada de sustancias ilegales para beneficio de ciertos grupos.

Durante los últimos años, Ámsterdam y los Países Bajos en general se han convertido en una fuente de narcotráfico y drogadicción por encima de la media europea. Todas las libertades proporcionadas y la vista a un lado de algunos sectores han permitido que el crimen y el tráfico de drogas campen a sus anchas.

La mafia y Quincy Promes

La Mocromafia es el principal exponente de ello. Este tipo de organización especializada en el crimen es de origen marroquí y se han hecho dueños de los bajos mundos en el Benelux.

¿Qué tiene que ver Quincy Promes en esto? Pues mucho más de lo que imaginan. Promes se crió en Ámsterdam y, muy pronto, debido a su enorme talento en el fútbol, entró en las categorías inferiores del Ajax.

Pero Promes no tuvo una adolescencia sencilla. Sus padres se separaron cuando el neerlandés tenía 14 años y, desde entonces, comenzó a juntarse con malas influencias. Tanto fue así que el Ajax, preocupado por su vida fuera del terreno de juego, tuvo que expulsarlo de su academia, pues un jugador de ese perfil no podía llevar en su pecho el escudo del Ajax.

Tras finalizar su estancia con el equipo ajacied, fue el Haarlem quien lo fichó, para posteriormente mudarse a Enschede y firmar por el Twente, equipo con el que debutó en la Eredivisie con 20 años.

Tras una exitosa cesión en el Go Ahead Eagles, el nombre de Quincy Promes comenzó a sonar en buena parte del panorama europeo, pero decidió irse traspasado al Spartak de Moscú. Y este traspaso tiene un porqué.

Huída hacia adelante

Rusia nunca se ha llevado bien con el resto de Europa, y menos en los últimos tiempos. Allí los tratados de extradición son escasos y, si bien es cierto que suelen colaborar, hay algunos casos en los que no se aplica.

Eso Promes lo sabía y, debido a lo que iba a hacer a continuación, le interesaba.

Allá por 2020 comenzó la controversia con el exjugador del Sevilla. Si bien había sido pillado dando positivo en Navidad cuando era jugador del equipo hispalense, la situación que viviría siendo jugador del Ajax, club al que regresó, dejaría en anécdota todas las demás.

Tras una reunión familiar, Quincy Promes apuñalaría en la rodilla a un primo suyo. Y le dio en la rodilla gracias a la intervención de sus familiares, pues el internacional neerlandés tenía intención de apuñalarlo en el cuello para matarlo.

¿Por qué? Por un tema de tráfico de drogas. Sí, así como lo leéis. Un futbolista profesional implicado en un entramado de contrabando.

Y es que Promes estaba sumido y relacionado con altos cargos de la Mocromafia anteriormente mencionada. De hecho, el futbolista comprobaba las descargas desde su propio móvil, estando pendiente en todo momento de que todo saliera según el guion.

Lo que él no sabía es que la policía neerlandesa estaba vigilando sus pasos. Una noche, cuando se preparaban para descargar 1.392 kilos de cocaína disimulados en sacos de sal para, posteriormente, ser distribuida por el puerto de Amberes.

Tras recibir la notificación del juzgado, Promes realizó una huida hacia adelante y, misteriosamente, firmó con un equipo de la segunda categoría de Emiratos Árabes Unidos. ¿Sabéis por qué? Efectivamente, porque Emiratos Árabes Unidos no tiene tratado de extradición con Países Bajos.

La cosa es que Promes no ha llegado a debutar con su equipo, el FC United, de reciente creación, pese a ser anunciado con el club. Sin embargo, testigos que viven en Dubái aseguran que el futbolista lleva una vida de lujos sabiendo que, tarde o temprano, se acabará su libertad.

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