Con vistas al mercado de verano, el club blanco recibió el ofrecimiento del internacional por Países Bajos, pero la directiva habría declinado la opción de contratar a Virgil van Dijk pese al quebradero de cabeza que sufre Ancelotti en su zaga, con bajas, parches y bajones de rendimiento.
Los problemas con la parcela central
La irrupción de Raúl Asencio no tapa las carencias de un equipo que se desangra en su zaga y que pide a gritos un refuerzo en defensa tras el «no» de Leny Yoro, cansado de esperar el pasado verano. Para tratar de contener la fragilidad defensiva, Ancelotti colocó a Tchouaméni en esa posición como parche de urgencia y con la lesión de Militão, el ostracismo de Vallejo y la vuelta de Alaba, los blancos se quedan con cuatro centrales, tres de ellos naturales.
Pese a todo, Virgil no jugará en el Real Madrid al menos este año. Su edad, sumada a la posible cuantiosa prima de contrato, hacen que sea una operación descartable en la planta noble madridista, aunque la afición no vería con malos ojos la incorporación del posiblemente mejor central del mundo.
Virgil van Dijk es una oportunidad de mercado
El central, que cumplirá 34 años en julio y es una leyenda absoluta del equipo, se encuentra actualmente inmerso en un proceso de renovación de contrato junto a Salah y Alexander-Arnold. El de Breda ha retomado el nivel que poseía antes de romperse el cruzado en 2020 y eso explica el buen hacer del conjunto scouser en todas las competiciones que disputa.
Sin embargo, el «4», que está a gusto en la ciudad y comprometido con la afición, el equipo y la ciudad, aún no firmó el contrato que se rumorea que firmará pronto y continúa en el mercado de agentes libres, algo que podría llamar la atención de equipos de renombre, aunque club y jugador ya han dejado claro que quieren continuar caminando juntos.
