La máxima competición europea abría el telón en el Stade Louis-II, para vivir un choque entre el AS Mónaco y el Aston Villa. Sumar puntos el día de hoy, sentenciaría o dejaría casi finiquitado la clasificación, como mínimo a dieciseisavos de final. Por parte de los monegascos, venían de perder en los instantes finales ante el Montpellier. Por el otro lado, el conjunto de Birmingham, empataron en Londres ante el Arsenal de Arteta.
Primera mitad: El Villa no puso la alarma
El AS Mónaco quería asegurar el pase a la siguiente ronda en los primeros minutos. La circulación local era lenta pero precisa ante un Aston Villa que estaba con el ojo puesto para contraatacar. Un saque de esquina provocado por una muy buena presión de los chicos de Adolf Hutter fue la clave para desatascar el partido. El centro fue dirigido a la cabeza de Kherer, que no pudo batir al Dibu, pero el rechace le cayó Singo, que solo tuvo que poner la frente para acompañar el balón a la red. Los del principado eran el único equipo sobre la lona verde. Si no fuera por el guardameta argentino, los villanos ya hubiesen encajado más de un tanto.
Los ingleses, lentamente, igual que sus posesiones, estaban empezando a tener algo más el esférico, pero el Rouge et Blanc estaban muy cómodos y muy atentos. El técnico austriaco le estaba ganado la partida a Unai Emery. Cuando Tielemans y los jugadores creativos del Villa recibían la pelota por dentro, siempre tenían una sombra rojiblanca a sus espaldas. Los del epicentro de Inglaterra no generaban nada, solo Rogers sabía deshacerse de los locales, pero seguía sin ser suficiente para dañar al rival.
The Villains, después de estudiar 37’ minutos al rival, encontraban maneras para poder empatar. Con todos los jugadores volcados en el carril derecho, Buendía se puso por dentro para ocupar un perímetro sin camisetas del contrincante. El argentino dio un pase al espacio, que dejó a un Bailey desacertado dentro del área. El Mónaco necesitaba recuperar el balón para volver a crear.
El Aston Villa, y en concreto Ollie Watikins pudo poner las tablas en el electrónico antes del descanso. Otra vez Buendía activa a los de arriba. El argentino, desde la corona del área, filtró un esférico a Watkins que le dejó solo ante Majecki, que se hizo grande y le hizo perder la fé al inglés.
Segunda mitad: Poco ritmo y poco peligro
Sin esperar a los aficionados que se están terminando la cerveza, Rogers casi iguala la contienda. El golpeo con los tres dedos del inglés se fue rozando el palo izquierdo. Los monegascos supieron volver a recuperar pulsaciones después del susto. Vanderson se incorporó al ataque para colocar una bola, con forma de caramelo, entre la defensa y el portero. A pesar de que Akliouche marcó, el árbitro indicó fuera de juego. Ningún conjunto salía con el pijama.
El partido, tras la entrada de Jhon Durán para revolucionar el partido, se estaba manchando de imprecisiones en futbolistas que destacan por no cometerlas. Minamino quiso recortar para dejar sentado a Konsa y le salió el tiro por la culata. El japonés desaprovechó una ocasión para hacer el segundo.
El Villa seguía con esa sensación de tener el gol al caer, pero el tiempo les estaba jugando en contra. Estaba siendo un rompecabezas para Emery el choque, no sabía que hacer para poder destruir al conjunto monegasco. Los de Hutter ya habían basado su partido en salir al contraataque para ampliar diferencias.
Los nervios y la ansiedad por empatar el encuentro eran los rivales del Aston Villa. El Mónaco no se sentía amenazado por un conjunto que no podía llegar al área rival con suficientes fuerzas para rescatar un punto en tierras monegascas. Los villanos no supieron implantar su fútbol en tierras monegascas y eso les condiciono hasta el pitido final.
Próximos encuentros de AS Mónaco y Aston Villa
Los del principado de Mónaco van a disputar su siguiente encuentro ante el Rennes en la próxima jornada de Ligue 1.
Los de Emery van a jugar en el Villa Park ante el nuevo West Ham de Graham Potter.
