Hace década y media, el Schalke 04 era un equipo temido tanto en Europa como en su propio país, Alemania. Jugadores como Draxler, Matip, Raúl o Huntelaar formaban parte de un equipo que disfrutaba de su estadía en las principales competiciones europeas.
Sin embargo, ahora se encuentran sumidos en decepciones tras decepciones, y deben reinventarse para poder aspirar, aunque sea mínimamente, a lo que eran hace unos años.
Regreso a su país natal
Por ello, se han reforzado en este mercado de invierno con Loris Karius. El guardameta alemán llega a Gelsenkirchen con la intención de resurgir su carrera, la cual ha estado marcada por momentos clave que le han generado dudas en el recuerdo de aquellos días.
Karius fue formado en las categorías inferiores del Stuttgart (con un previo paso por el Manchester City), pero donde realmente destacó fue en Maguncia. Vistiendo los colores de Mainz, debutó a los 19 años en la Bundesliga, demostrando el gran talento que tenía bajo los palos. En su última temporada con dicho club, fue nombrado el tercer mejor guardameta de la competición, solo por detrás de Bernd Leno y Manuel Neuer.
Liverpool, la etapa más dura de Loris Karius
El Liverpool se fijó en él y pagó 8 millones de euros por un guardameta que llegó a ser una de las mayores promesas europeas. En su etapa en Anfield, fue alternando la portería con Mignolet, hasta que Klopp decidió que sería su portero titular. Su final como guardameta del Liverpool se selló en la final de la Liga de Campeones, que el equipo inglés perdió ante el Real Madrid (1-3). Dos errores de Loris Karius sentenciaron al Liverpool aquel día. Semanas después, se supo que había sufrido una contusión desde el minuto 49, producto de un choque con Sergio Ramos.
Tras etapas frustradas en Turquía, Alemania e Inglaterra, ahora regresa a su país natal para ser el portero titular de un grande que espera dormido a que alguien lo despierte.