«Estar feliz es lo más importante, cuando estás así, las cosas salen naturalmente». Esta frase de Antony Matheus Dos Santos, pronunciada luego de la victoria del Betis ante el Gent por 3 a 0 en el partido de ida de los play-offs de la Conference League, es extrapolable a cualquier ámbito de la vida. Con una sonrisa y la certeza de que uno está donde quiere estar, todo es más sencillo.
Antony pasó de la industrial Mánchester a la cálida Sevilla, ciudad que abraza de una forma muy especial a los peloteros como el oriundo de São Paulo. El resultado: dos goles en tres juegos y sendos premios al mejor jugador del partido ante el Athletic Club de Bilbao y el Celta. Igual que el fútbol del ex-Ajax, nada es casualidad.
La diagonal hacia adentro, sello distintivo de Antony
Si hay una situación en la que destaca el futbolista brasileño es en recibir abierto y, por medio de su fina zurda, ir recortando en dirección hacia el área rival para quedar perfilado y rematar cruzado al arco. De esa forma ha marcado la mayor parte de los goles en su carrera, siendo el último de ellos en su estreno europeo con el Betis. Lo que se había tornado predecible en la muy física Premier League hoy ha recuperado su factor sorpresa en la más técnica y pausada liga española.
Más allá de este movimiento, se está viendo a un Antony muy implicado a la hora de pedir la pelota y buscar desbordar a su marcador, como si los fantasmas que lo aquejaron en sus dos años y medio en Old Trafford hubieran desaparecido por completo. También es cierto que la presión mediática en un gigante mundial como el Manchester United no es la misma a la que está expuesto en el Real Betis Balompié. En todo caso, si a esa activación con balón se le suma su compromiso defensivo -gracias al cual inició la acción del 0-2 en Gante por una recuperación alta-, el diagnóstico es claro: el zurdo quiere dejar su huella en el Benito Villamarín.
Los peloteros a su alrededor
Independientemente de que estemos viendo al Betis en su momento menos álgido en la era de Manuel Pellegrini, la premisa del equipo del Ingeniero sigue siendo la misma: reunir a jugadores de calidad para jugar un fútbol atractivo. Es así como los talentosos Giovani Lo Celso, Pablo Fornals o Isco Alarcón han tomado las riendas del equipo luego de las salidas de dos magos como Sergio Canales o Nabil Fekir. Con la llegada de Antony, el conjunto verdiblanco adquirió a un elemento que, sin resignar seguridad técnica en la retención, suma un punto de desborde muy necesario.
Seguramente, la aventura de quien es el tercer brasileño más caro de la historia en Heliópolis sea efímera. Quizás, como en el Manchester United, este buen inicio sea solamente un espejismo. O tal vez, y solo tal vez, este paso atrás implique dos pasos hacia adelante en la carrera de un Antony que lo tiene muy claro: su corazón le dice que será feliz aquí, y así se está reflejando en los terrenos de juego.