Goodison Park pudo, por fin, vivir una nueva edición del derbi de Merseyside. Tras ser este aplazado el pasado 7 de diciembre a causa de las fuertes nevadas en la ciudad, el pasado miércoles 12 de febrero, Everton y Liverpool disputaban el derbi correspondiente a la jornada 15 de la Premier League. La espera y el ansia de disputar el derbi dio sus frutos, ya que ambos equipos nos regalaron un auténtico duelo entre titanes que termino llegando a las manos.
Empate en el descuento y tangana
Pese a la superioridad deportiva en los últimos años del Liverpool sobre el Everton, en el derbi de Merseyside no vale nada más que aquello que sucede en el terreno de juego. El partido arrancó animado y a los 11 minutos de juego, Beto aventajaba a los Toffes a pase de Branthwaite. Tan solo cinco minutos después, el Liverpool devolvía la igualada al marcador, de la mano de Mac Allister a pase de Mohamed Salah. El encuentro perdía en intensidad por momentos, e iniciaba el segundo tiempo con el 1 a 1 en el marcador.
Pasaban los minutos y ninguno de los dos conjuntos tomaba la delantera, hasta que, quien sino, el de siempre, Mohamed Salah, pescaba un balón muerto tras el rechace para adelantar a los reds en el 73. El Everton, pese a adoptar un perfil defensivo durante todo el segundo tiempo, iba irrumpiendo con contrataques en la defensa del Liverpool. Ya en el 90+8, a escasos instantes de que el colegiado pitara el final del encuentro, un héroe inesperado se alzó en Goodison Park. James Tarkowski envió un misil con la escuadra de Allison como destino, que supondría el 2 a 2 definitivo.
Tras los 3 pitidos finales, todo apuntaba que el espectáculo se había terminado, pero Curtis Jones decidió que aún no se cerraba el telón. El joven del Liverpool vio como Docouré se dirigía a la grada rival para celebrar el resultado. Quién sabe si fruto de una burla del francés, Jones salió escopeteado tras él, provocando una tangana que acabó involucrando a jugadores, técnicos e incluso la policía. Final agridulce que empañó un auténtico partidazo. Tanto Jones como Docouré acabaron expulsados por obvias razones, además de Arne Slot.
El de Merseyside es más que un derbi
Cuando hablamos del derbi de Merseyside no hablamos de un derbi al uso. La rivalidad entre ambos surge hace más de 100 años, cuando el dueño del Everton y el propietario de Anfield, hogar por aquel entonces de los Toffes, no se entendieron por el alquiler del estadio. El Everton no tuvo otra que mudarse a su actual hogar, mientras que John Houlding, propietario del estadio de Anfield, decidió crear el Liverpool en 1892 como respuesta a la disputa. Acababa de nacer la rivalidad de la ciudad de Liverpool, se acababa de crear el derbi de Merseyside.
Viajando años adelante, la rivalidad de Merseyside tuvo su apogeo a lo largo de los años 80. Ambos equipos competían regularmente por títulos en aquellos años, por lo que los encuentros trascendían con un alto nivel futbolístico. En esta década encontramos derbis memorables como el 5-0 favorable al Liverpool en 1982, o el partido de la FA Charity Shield (actual Community shield) disputado en Wembley en 1984, que se llevaron los Toffes por 1 gol a 0.
Lo que en sus primeros años nació siendo una rivalidad burocrática e ideológica, con el tiempo ha trascendido para convertirse en uno de los derbis más feroces y a la vez auténticos de la actualidad.