Julián Álvarez llegó al Atlético de Madrid en el verano de 2024 procedente del Manchester City por una cifra récord de 75 millones de euros, más 20 en variables, convirtiéndose en una de las incorporaciones más destacadas del club rojiblanco en los últimos años. Con apenas 24 años, el delantero argentino traía consigo un palmarés envidiable: campeón del mundo con Argentina, ganador de la Champions League y múltiples títulos con River Plate y el City.
Su llegada generó expectativas enormes, no solo por su costo, sino por la promesa de aportar calidad y goles a un equipo que buscaba dar un salto competitivo bajo la dirección de Diego Simeone.
El traspaso no estuvo exento de dudas iniciales. Algunos aficionados y analistas cuestionaron si Julián, acostumbrado al fútbol de posesión y fluidez de Pep Guardiola, podría adaptarse al estilo más físico y táctico del «Cholo». Sin embargo, el tiempo ha demostrado que su versatilidad y ética de trabajo lo han convertido en una pieza clave para el esquema colchonero.
Adaptación rápida y números sobresalientes
Desde sus primeros partidos, Álvarez mostró una capacidad de adaptación sorprendente. Aunque inicialmente fue utilizado en posiciones menos habituales, como extremo por la banda izquierda, su transición al rol de delantero centro o segundo punta junto a Antoine Griezmann marcó un punto de inflexión.
A fecha de febrero de 2025, el argentino acumula 20 goles y 5 asistencias en 39 partidos disputados, destacándose como el máximo goleador del equipo en todas las competiciones. Estos números reflejan no solo su olfato goleador, sino también su creciente influencia en el juego colectivo.
Su impacto se ha sentido especialmente en la racha histórica de 14 victorias consecutivas del Atlético en LaLiga, donde aportó 9 goles y una asistencia. Partidos clave, como el doblete ante el Valencia o el gol decisivo contra Osasuna, subrayan su capacidad para aparecer en momentos cruciales, un rasgo que encaja perfectamente con la mentalidad competitiva de Simeone.
Claves del éxito de Julián Álvarez: Humildad y polivalencia
El éxito de Julián Álvarez en el Atlético no se basa solo en talento puro. Su humildad, tan elogiada por Simeone, y su disposición a sacrificarse por el equipo han facilitado su integración. A diferencia de otros delanteros, Álvarez no solo finaliza jugadas, sino que también participa activamente en la presión alta y en la creación de espacios para sus compañeros.
Esta polivalencia le permite alternar roles ofensivos sin perder efectividad, algo que ha potenciado su sociedad con Griezmann, otro jugador de gran inteligencia táctica.
Un futuro prometedor en el Metropolitano
A sus 25 años, Julián Álvarez está lejos de alcanzar su techo. Su llegada ha revitalizado el ataque rojiblanco y lo ha posicionado como un referente para el presente y el futuro del club. Con el Atlético peleando LaLiga y vivo en Champions y Copa del Rey, el argentino se perfila como el líder de una nueva era.
Su asentamiento no solo valida la inversión realizada, sino que confirma que, con el respaldo de Simeone y la afición, Julián Álvarez está destinado a dejar huella en la historia colchonera.