Cuando INEOS llegó a tomar los mandos del Manchester United, todo parecían buenas noticias. Un grupo millonario y con un gran rendimiento en su equipo de ciclismo parecía que nada podía ir mal, pero es justo todo lo contrario.
Debido al mal rendimiento financiero tanto del club de fútbol como de la entidad, el grupo petrolero ha anunciado que reducirá hasta en 100 personas el saldo de empleados del Manchester United, algo que ha sentado como una patada en el estómago para los aficionados y los trabajadores del club.
Según informa el medio británico The Athletic, “la chapucera toma de decisiones de INEOS ha dejado a los trabajadores de a pie en riesgo de desempleo”.
Los miembros de la plantilla siguen sin saber nada de un posible despido, pero el ejecutivo del club ha decidido que todos son necesarios en una difícil temporada como la que están atravesando los diablos rojos.
Será una decisión controversial por parte de Sir Jim Ratcliffe y su equipo. Recordemos que este pasado verano ya redujeron en 250 los puestos de trabajo dentro del Manchester United.
Los aficionados del Manchester United, indignados
Esta última medida no hará más que avivar el rechazo y la decepción de los aficionados con la entidad. Además de no acompañar los resultados, las decisiones desde los despachos parecen no ser las más inteligentes.
Además, las necesidades financieras cada vez son mayores. Los resultados no acompañan, por lo que los llamados “prize pools” se han reducido de manera notable. Los crecientes pagos de intereses también hacen que su situación económica sea precaria.
Desde la llegada de INEOS se ha prometido un nuevo proyecto, haciendo retornar al United de nuevo a la cima del fútbol inglés. Comenzaron la temporada con Erik Ten Hag tras la consecución de la FA Cup, pero con el neerlandés los resultados no mejoraron.
Una millonada invertida
Tras realizar una inversión de 200 millones de libras en verano con refuerzos de la talla de De Ligt, Zirkzee, Yoro o Manuel Ugarte, la plantilla no terminó de funcionar con el neerlandés y le tuvieron que rescindir contrato abonándole un total de 21 millones de libras.
Amorim también llegó con una cláusula de por medio, lo que significó agravar mucho más la situación monetaria del Manchester United.
