El AC Milan atraviesa uno de los momentos más complicados de su reciente historia. El club Rossonero, que alguna vez fue sinónimo de éxito y grandeza en el fútbol europeo, parece atrapado en una espiral de resultados decepcionantes y decisiones cuestionables que lo alejan cada vez más de su antiguo esplendor.
La temporada actual prometía ser un punto de inflexión tras algunos destellos de recuperación en años anteriores, pero se ha convertido en un reflejo de carencias estructurales y deportivas. La última derrota, esta vez ante el Bologna por 2-1, no solo subraya la fragilidad del conjunto, sino que agrava una crisis que parece no tener fin.
El AC Milan volvió a perder: Partido para olvidar
El encuentro frente al Bologna del pasado 27 de febrero fue un compendio de los males que persiguen al Milan. Aunque el equipo comenzó bien con un gol de Rafa Leão al filo del descanso, al principio de la segunda parte les empató el Bologna, con un gol de Santiago Castro.
Cuando todo parecía indicar que el encuentro iba a acabar el empate, la fragilidad defensiva de los «Rossoneri» este año les pasó factura. Un gol de Ndoye en el 82′ condenó al Milan, y les hizo perder de nuevo de manera consecutiva, ya que perdieron contra el Torino en la jornada anterior.
Este resultado no es un hecho aislado, sino parte de una racha negativa que incluye la eliminación en la UEFA Champions League a manos del Feyenoord y tropiezos consecutivos en la Serie A. La incapacidad para cerrar partidos, los errores individuales y la ausencia de una idea clara de juego han convertido cada encuentro en una prueba de resistencia para los aficionados.
Se alejan de los puestos europeos: Un objetivo que se desvanece
Con esta nueva caída, el AC Milan se encuentra fuera de los puestos europeos en la tabla de la Serie A, un escenario impensable para un club de su calibre al inicio de la campaña. A ocho puntos de la zona de clasificación para la Liga de Campeones y con rivales como la Roma pisándole los talones, el panorama es desolador.
Incluso la Europa League, que en otros tiempos sería un consuelo menor, parece un objetivo lejano dado el nivel actual del equipo. La irregularidad en el rendimiento, sumada a la falta de liderazgo en el vestuario y las decisiones tácticas cuestionables de Sergio Conceição, han hecho que la afición pierda la fe en una remontada.
Las incorporaciones veraniegas, que generaron expectativas, no han logrado revertir la tendencia negativa, dejando en evidencia una planificación deportiva deficiente.
¿Qué sigue para el AC Milan?
La crisis del AC Milan no se resolverá con parches ni soluciones a corto plazo. El club necesita un reinicio profundo, tanto en lo deportivo como en lo institucional. La salida de figuras clave en el pasado y la falta de un proyecto sólido han dejado al equipo sin identidad. Para volver a competir en la élite, el Milan debería apostar por una renovación estructural en el próximo mercado de verano, con un entrenador con una filosofía clara y fichajes que refuercen las áreas críticas.