Uno de los mejores mediocentros ofensivos del Rayo ha decidido continuar ampliando su legado. Tras llegar en 2021 desde el Fuenlabrada, su periplo en la Franja ha tenido muchos altos y bajos. Teniendo episodios goleadores y en los que participaba, y otros en los que apenas tenía protagonismo. De hecho, hace dos cursos fue cedido al Elche en busca de oportunidades; tampoco llegaron.
Cúspide
Nteka está en el clímax de su carrera. Desde que llegó a Vallecas en el verano de 2021, nunca había tenido las cifras goleadores que posee esta temporada: 3 goles en 21 partidos. Esa cantidad de anotaciones la logró en el año de su llegada, pero jugó más.
En el esquema de Íñigo Pérez es un indiscutible, disputando 17 de los 23 encuentros ligueros. Sus 189 centímetros de estatura y la capacidad de asociarse con sus compañeros es algo que el míster valora, y mucho. Asimismo, el Rayo se encuentra en uno de los mejores momentos de su historia. Desde que ascendió en 2021, las campañas en Primera División están siendo espectaculares. Han cuajado primeras vueltas sensacionales, soñando con Europa en más de una ocasión. Como es lógico en un equipo así, la exigencia de la categoría acaba pasando factura y no se logra mantener el ritmo.
La escena es incluso mejor que en años anteriores: sextos a mitad de la segunda vuelta. Esta vez sí que parece una posibilidad real. Cada conjunto que pasa por Vallecas sufre sobremanera para llevarse al menos un punto. Y fuera de casa los jugadores son una ‘piña’, mantienen el orden y aprovechan sus virtudes para sumar de tres. El cuadro rayista no conoce la derrota en este 2025.
Adaptación
Nteka ya conoce a la entidad. Formó parte del filial vallecano hace más de siete años. Por lo que la filosofía y la idiosincrasia que caracterizan al club las conoce de sobra. Por diferentes motivos, tuvo que marcharse a sabiendas de que volvería. Cuando ambas partes se entienden, están obligadas a reencontrarse. Y al incorporarse al primer equipo con Andoni Iraola al mando, su impacto fue inmediato. Lo jugó prácticamente todo, demostrando así que el rayismo seguía en él.
Es un jugador muy querido en el barrio; siempre ha demostrado un enorme compromiso con el equipo, así como su respeto por todo lo que rodea al Rayo: su gente, su estadio, su historia… Por ello, nunca ha recibido recriminaciones de nadie y ha podido tener una etapa muy bonita. Ahora, prolonga su contrato con la intención de seguir consiguiendo logros y darle alegrías a una hinchada fascinada con su ’11’.