La selección brasileña vivió una noche para el olvido el pasado 25 de marzo en el Estadio Monumental, donde Argentina le propinó una contundente goleada por 4-1 en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Este resultado no solo marcó un nuevo capítulo en la histórica rivalidad entre ambas naciones, sino que también desató una ola de críticas feroces hacia el entrenador de Brasil, Dorival Júnior.
La prensa y los aficionados no han tardado en señalar al técnico como el principal responsable de la debacle, poniendo en duda su continuidad al frente de la «Canarinha».
El partido reflejó las carencias de un equipo que, pese a contar con talentos como Vinicius Jr. y Rodrygo, no logró imponer su juego ante una Argentina sólida y efectiva. Los medios brasileños, como Globo Esporte y UOL, calificaron la actuación como «vergonzosa» y «humillante», comparándola incluso con el traumático 7-1 ante Alemania en 2014.
Dorival, quien asumió el cargo en enero de 2024, enfrenta ahora el momento más delicado de su carrera, con un ciclo que registra resultados irregulares y un fútbol que no convence.
Dorival Júnior en la cuerda floja
Las críticas hacia Dorival Júnior no son nuevas, pero la goleada ante Argentina ha sido el detonante que podría precipitar su salida. Desde su llegada, el entrenador ha intentado implementar un estilo de juego basado en la posesión y la disciplina táctica, pero los resultados no han acompañado.
En 16 partidos, Brasil suma 7 victorias, 6 empates y 3 derrotas, un balance que, aunque no es desastroso, está lejos de las expectativas para una selección pentacampeona del mundo. La falta de creatividad y la incapacidad para reaccionar ante el dominio argentino han sido los puntos más cuestionados.
En la conferencia posterior al partido, Dorival asumió la responsabilidad, pero defendió su proyecto: “Nunca voy a dimitir”. Sin embargo, su discurso no parece haber calmado las aguas. La prensa local, como Folha de S.Paulo, ha resaltado la desconexión entre el técnico y los jugadores, mientras que los hinchas exigen un cambio inmediato en el banquillo.
La Confederación Brasileña de Fútbol ya estaría evaluando opciones, consciente de que el próximo compromiso oficial no será hasta junio, lo que da tiempo para reestructurar el equipo.
Posibles sustitutos en el horizonte
Con Dorival en la cuerda floja, los nombres de posibles reemplazos no han tardado en surgir. El favorito eterno de la CBF es Carlo Ancelotti, actual entrenador del Real Madrid. El italiano, quien ya fue considerado en 2023, podría estar disponible tras el Mundial de Clubes en julio de 2025, aunque su contrato con el club español se extiende hasta 2026.
Su experiencia y prestigio lo convierten en el sueño de los dirigentes brasileños.
Otros candidatos incluyen a Filipe Luís, exjugador y actual técnico de Flamengo, quien representa una apuesta joven y fresca, y a Jorge Jesus, actualmente en Al-Hilal, conocido por su éxito en Brasil con Flamengo. Abel Ferreira, del Palmeiras, también suena como una opción local de peso.
La decisión de la CBF será clave para definir el rumbo de Brasil de cara al Mundial 2026, en un momento en que la selección necesita recuperar su identidad y su lugar entre las potencias del fútbol mundial.