2.592.000 segundos, 43.200 minutos, 720 horas o 30 días. Eso es lo equivalente a la estancia de Luis Míguez, «Luisito», a las órdenes de la SD Compostela. Con el equipo en descenso, el técnico de Teo cogió a los santiagueses para intentar revertir la difícil situación pero no lo ha logrado y la salvación se antoja ahora casi imposible. La dirección deportiva del club ha comunicado esta tarde su destitución para los últimos seis encuentros.
Un empate y cuatro derrotas después
Los resultados siguen sin acompañar a los picheleiros, incluso tras este cambio de entrenador. Luisito cogió a los de San Lázaro ya en la zona roja. A un punto del play-out que marcaba el Escobedo y a dos de la zona de permanencia, fijada por el Rayo Cantabria. Con esas cuentas se antojaba un calendario complicado en casa pero directo lejos de la capital gallega ese lunes 24 de febrero que anunciaban al técnico.
A día de hoy, el panorama es bien distinto y muy crítico para el conjunto y la entidad. Dos derrotas contra Guijuelo (debut del teense) y Coruxo, rivales de tú a tú por la salvación. Hay que sumarle otras dos ante Deportivo Fabril y Bergantiños en casa, ya con una imagen muy desesperante y ansiosa para los locales. Un punto fue lo poco positivo que aportó este fichaje con la buena cara mostrada ante el Real Avilés, que marcha ahora tercero en 2ª RFEF. Sin embargo, pareció más un espejismo que otra cosa dentro de la estadía de Luisito.
A cinco puntos de los puestos de play-out
Como se mencionó con anterioridad, el Compostela pasó de estar a un punto de ese puesto de promoción de descenso a estar ahora a cinco. Es a esa fase a la que se agarran para intentar permanecer en Segunda Federación. La UD Llanera (próximo rival del Compos) ocupa ahora con 33 ese puesto que por aquel entonces, en la jornada 24, tenía el Escobedo con 28 puntos. Esta última cifra es la que suma en el casillero en las mismas fechas que puntos tiene la Esedé. La zona de permanencia la fija el Coruxo con 33 puntos también.
Se esperaba un cambio importante, sobre todo por el carácter del veterano técnico gallego, pero el equipo parece no despegar esté quien esté. Sus últimas palabras luego del partido ante el Bergantiños señalaban la dificultad del objetivo pero no la imposibilidad del mismo. Pero el síntoma de agarrotamiento y ansiedad es palpable y creciente con los partidos. Solo un gol marcado y nueve recibidos no son buen atisbo para este final. «Secho» será el nuevo entrenador hasta final de temporada, el séptimo en dos años, y al que le quedan seis finales junto a la SD Compostela en las que solo le vale ganar para obrar el milagro.