En la temporada 2009/2010, el Inter de Milán hizo historia al convertirse en el primer club italiano en conquistar Serie A, Coppa Italia y Champions League, logrando un triplete histórico. Bajo la dirección de José Mourinho, los nerazzurri construyeron un equipo sólido y efectivo que les llevó a dominar el fútbol europeo.
El nacimiento de un equipo campeón
El verano de 2009 fue clave para la configuración del equipo. Se produjeron salidas importantes como la de Patrick Vieira, quien se marchó en invierno al Manchester City; Luis Figo, que decidió colgar las botas; y Adriano, que regresó a Brasil para jugar en el Flamengo. Sin embargo, la pérdida más significativa fue la de Zlatan Ibrahimović. Tras ser máximo goleador del equipo la temporada anterior, fue traspasado al FC Barcelona en un acuerdo de aproximadamente 45 millones de euros más Samuel Eto’o.
Pese a estas bajas, el club realizó fichajes clave. Diego Milito y Thiago Motta llegaron traspasados desde el Genoa, Goran Pandev libre desde la Lazio, Wesley Sneijder procedente del Real Madrid, Lúcio del Bayern Múnich y Eto’o, que llegaba tras haberlo ganado todo en Barcelona.
Un doblete nacional muy disputado para el Inter de Mourinho
El Inter de Milán logró imponerse en la Serie A, aunque sin un dominio absoluto. La temporada comenzó con dudas tras perder la Supercopa de Italia ante la Lazio y empatar en la primera jornada de liga contra el Bari. Sin embargo, en la segunda jornada, el equipo presentó su candidatura al título goleando 0-4 al Milan en el “derby della Madonnina”.
La lucha por el título de liga se mantuvo apretada hasta el final. La AS Roma de Francesco Totti, Luca Toni y compañía estuvo muy cerca de arrebatarles el campeonato, y derrotó al Inter en marzo con un marcador de 2-1. Los de Mou, tras esta derrota, solo volvieron a dejarse puntos en un empate contra la Fiorentina en la jornada 33. Finalmente, el equipo de Mourinho levantó el título en la última jornada con una ajustada victoria 0-1 ante el Siena gracias a un gol de Milito.
En la Coppa Italia, el Inter eliminó a la Juventus en cuartos y a la Fiorentina en semifinales, antes de enfrentarse nuevamente a la Roma en la final. El partido dejó una imagen icónica de un desesperado Francesco Totti marchándose expulsado por agredir a Balotelli. Finalmente, un solitario gol de Milito le dio al Inter su segundo título de la temporada.
El camino a la gloria en Champions para el triplete histórico
La andadura del Inter de Mourinho en la Champions League no fue fácil para conseguir ese triplete histórico. En la fase de grupos, los italianos se midieron a FC Barcelona, Rubin Kazan y Dinamo de Kiev. Fue un grupo complicado, y los de Mourinho tuvieron que remontar en las últimas jornadas para sellar su clasificación.
En octavos de final, el Inter se enfrentó al Chelsea, el exequipo de Mourinho. La eliminatoria fue muy cerrada, y en Stamford Bridge, un gol decisivo de Eto’o en los minutos finales permitió al Inter avanzar.
En cuartos de final, se midieron al CSKA Moscú. Una eliminatoria que parecía más asequible, pero que fue más ajustada de lo esperado, con un resultado global de 2-0.
La semifinal ante el FC Barcelona fue una de las más recordadas en la historia de la competición. En la ida, el Inter se impuso 3-1 en el Giuseppe Meazza, con una actuación estelar de Diego Milito. En la vuelta, el equipo de Mourinho tuvo que resistir en el Camp Nou, donde jugó gran parte del partido con un hombre menos tras la expulsión de Thiago Motta. A pesar de perder 1-0, para el recuerdo queda la imagen de Samuel Eto’o defendiendo como lateral derecho frente a su exequipo para pasar a la final.
El 22 de mayo de 2010, el Inter se enfrentó al Bayern Múnich en el Santiago Bernabéu. Con un equipo completamente sólido, los italianos dominaron tácticamente el partido. Y lograron la victoria por 2-0, con un doblete de Diego Milito, quien se consagró como el héroe de la final y de la temporada.
El Inter de Mourinho del triplete histórico
Mourinho construyó un equipo basado en el equilibrio, la solidez defensiva y la efectividad al contragolpe. Contaba con un portero experimentado como Julio César y una defensa rocosa con Maicon, Lucio, Walter Samuel y el capitán Zanetti.
En el mediocampo, el Inter mezclaba garra, sacrificio y calidad técnicas. Jugadores como Cambiasso, Thiago Motta y Stankovic eran fundamentales tanto en la recuperación como en la construcción del juego.
Por delante de ellos, Wesley Sneijder era el gran cerebro del equipo. Con su técnica, visión de juego y gran golpeo en el balón parado, se encargaba de enlazar con los delanteros. Siendo así fundamental en la generación de ocasiones.
Los dos delanteros titulares eran Diego Milito y Samuel Eto’o, una pareja de mucho trabajo y capacidad para atacar los espacios. Milito, con su habilidad para desmarcarse y gran definición, terminó la temporada como el héroe del equipo, llegando a los 30 goles entre todas las competiciones. Mientras que Eto’o, pese a tener un rol menos goleador que en Barcelona, fue clave con su sacrificio y experiencia en los días grandes.

Las variantes del esquema
El esquema habitual en Serie A era un 4-3-1-2, con Sneijder como enganche y dejando las bandas libres para que Maicon recorriera el costado derecho y aportara en ataque (acabó la temporada con 7 goles y 12 asistencias). Mientras, Eto’o caía a la izquierda para liberar a Milito.
En Champions League, Mourinho modificó el esquema a un 4-2-3-1, sacrificando un mediocentro para incluir a Pandev como extremo, reforzando los costados y manteniendo su solidez defensiva. En Europa, el equipo tuvo menos posesión, pero su poder a la contra y la seguridad atrás fueron claves para el éxito.
La importancia de la segunda unidad
Además de los titulares, el Inter contaba con jugadores importantes en la rotación. La experiencia de defensores como Marco Materazzi e Iván Córdoba fue fundamental, aportando liderazgo en momentos clave a pesar de no ser titulares. Cristian Chivu, quien fue el lateral izquierdo titular en la final de Champions, también tuvo un papel clave, siendo una alternativa sólida en la zaga.
El Inter de Mourinho logró un triplete histórico, y en ese éxito fueron claves también jugadores como Goran Pandev. Además de ser un recambio en liga y copa, tuvo un rol clave en Champions League como extremo en el 4-2-3-1; acabó aportando 13 participaciones de gol entre todas las competiciones. Finalmente, Mario Balotelli, con 11 goles, se consolidó como una de las grandes promesas del fútbol internacional, pero dejando detalles de esa actitud que tantos problemas le traería en el futuro.
La despedida de Mourinho y el fin de un ciclo
Tras el triplete histórico conseguido con el Inter, José Mourinho decidió aceptar un nuevo reto en el Real Madrid. La imagen de su despedida tras ganar la Champions en el Santiago Bernabéu, llorando fuera del campo mientras abrazaba a Materazzi, quedó para el recuerdo.
Fue el cierre de un ciclo perfecto, en el que el técnico portugués llevó al Inter a lo más alto del fútbol europeo, convirtiéndose en el primer club italiano en lograr el triplete.