Gran Derbi entre Real Betis y Sevilla FC

El derbi sevillano entre el Real Betis Balompié y el Sevilla FC es uno de los enfrentamientos más apasionantes y cargados de rivalidad en el fútbol español. Esta histórica disputa, que trasciende lo deportivo para convertirse en un fenómeno cultural y social, tiene sus raíces en la ciudad de Sevilla.

Orígenes de la rivalidad entre Real Betis y Sevilla FC

La historia entre el Real Betis y el Sevilla FC comenzó a escribirse a principios del siglo XX. El Sevilla FC, fundado en 1890, se considera el club más antiguo de la ciudad, mientras que el Real Betis nació en 1907 como resultado de una escisión interna en el fútbol sevillano.

Desde sus primeros encuentros, la diferencia de clase social marcó la rivalidad: el Sevilla FC era visto como el equipo de la élite, mientras que el Betis representaba a las clases trabajadoras. Aunque esta distinción ha ido difuminándose con el tiempo, el orgullo y la pasión de sus hinchadas han mantenido viva la tensión. El primer derbi oficial se disputó el 8 de febrero de 1915, con victoria del Sevilla por 4-3.

Momentos icónicos en la historia del derbi

A lo largo de los años, el derbi sevillano ha dejado partidos inolvidables. Uno de los más recordados tuvo lugar el 17 de octubre de 1999, cuando el Betis goleó al Sevilla por 4-0 en Segunda División. Por su parte, los sevillistas celebran con orgullo la victoria por 5-1 en la temporada 2012-13.

Otro capítulo memorable ocurrió en la Europa League de 2014, cuando ambos equipos se enfrentaron en octavos de final. El Sevilla se impuso en la tanda de penaltis tras dos encuentros vibrantes, dejando una huella imborrable en la historia europea del derbi.

Estos choques no solo miden fuerzas en el césped, sino que también desatan una explosión de emociones en las gradas y en las calles de Sevilla.

La pasión de las aficiones

La rivalidad entre Betis y Sevilla no se entiende sin sus aficiones. Los béticos, conocidos por su lema “Viva el Betis manque pierda”, exhiben una devoción inquebrantable, mientras que los sevillistas responden con cánticos y una intensidad que hacen del Sánchez-Pizjuán un fortín.

Cada derbi es una fiesta de color, ruido y provocaciones amistosas, aunque en ocasiones la pasión ha derivado en episodios de tensión.

Publicaciones Similares