Polémica en el Sporting - Albacete

El Sporting de Gijón y el Albacete Balompié se enfrentaron este domingo a las 16:15 en el estadio El Molinón. Aunque el encuentro no se consideraba de alto riesgo, diversas decisiones arbitrales y la intervención del VAR desviaron la atención del juego en los minutos finales.

Tres rojas y dos penaltis en 115 minutos de partido

El partido tomó un giro drástico cuando, en el minuto 20, el árbitro Sergiu Claudiu Muresan expulsó a Róber Pier, dejando al Sporting con diez jugadores. Aprovechando la superioridad numérica, el Albacete se adelantó justo antes del descanso; Jon Morcillo convirtió un penalti en el minuto 45+6, poniendo el 0-1 en el marcador. ​

La tensión aumentó en la segunda mitad. En el minuto 85, Alejandro Meléndez, jugador del Albacete, vio la tarjeta roja directa, equilibrando el número de jugadores en el campo. Sin embargo, en el tiempo añadido, el portero del Sporting, Rubén Yáñez, tambien fue expulsado tras cometer un penalti sobre Higinio Marín. Sin posibilidad de realizar más cambios, un jugador de campo asumió la portería. Higinio convirtió el penalti en el minuto 90+7, sellando el 0-2 definitivo.

La celebración del segundo gol del Albacete provocó incidentes en la grada, con lanzamiento de objetos hacia los jugadores visitantes. El árbitro detuvo el partido y envió a ambos equipos a los vestuarios. Tras una interrupción de diez minutos, el juego se reanudó para completar el tiempo restante, sin que el marcador sufriera cambios. ​

Con esta victoria, el Albacete sumó tres puntos importantes. Mientras que el Sporting de Gijón continuó su racha negativa, aumentando la presión sobre el equipo y su entrenador, Rubén Albés.

El acta del árbitro

El colegiado del encuentro recogió en el acta todo lo que había acontecido en el partido, incluídas las polémicas expulsiones y la acción del penalti: «En el minuto 89 del Sporting – Albacete, estando el encuentro detenido, se lanzó al terreno de juego desde la grada detrás del banquillo visitante donde se encontraban aficionados que vestían los colores del equipo local, una caja metálica de chicles sin impactar en ningún participante. Ante esta situación, se activó el protocolo de lanzamiento de objetos comunicando por megafonía el cese este comportamiento, advirtiendo que al siguiente incidente similar se procedería a la detención temporal del encuentro».

«En el minuto 90 + 7 tras la consecución de un gol por parte del equipo visitante, fueron nuevamente arrojadas al terreno de juego dos botellas de agua de 350 ml cerradas por parte de seguidores locales que se encontraban la esquina donde se celebraba dicho gol, sin impactar en ningún jugador. Tras este nuevo incidente decretamos la detención temporal del encuentro, dirigiéndonos tanto jugadores como equipo arbitral al interior de los vestuarios. Pasados aproximadamente diez minutos el encuentro fue reanudado disputándose los 6 minutos restantes sin producirse ningún otro incidente».

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