El reloj marcaba el minuto 90 en La Fuensanta. Las gradas, teñidas de blanco y negro, estallaban en una ovación cerrada mientras el colegiado pitaba el final del partido. Sobre el césped, los jugadores del Conquense se abrazaban tras otra victoria sufrida pero merecida. En la banda, un hombre aplaudía con orgullo. Era su tarde. Era su partido número 100 como entrenador del equipo. Roberto Gutiérrez Huertas, aquel desconocido que llegó en junio de 2022, había dejado de ser una incógnita para convertirse en un referente. Su Conquense es un equipo de autor, con una identidad clara y un sello inconfundible: el de la competitividad absoluta.
De desconocido a referente
El 22 de junio de 2022, un técnico desconocido llegaba a Cuenca. Roberto Gutiérrez Huertas, almeriense de nacimiento, aterrizaba en la ciudad tras su paso por el Berja CF, filial del Polideportivo El Ejido. Su llegada generaba incertidumbre, pero tres temporadas después, su sello es inconfundible: un equipo ordenado, competitivo y con una firmeza defensiva admirable.
En su primer año, pese a la dificultad, el Conquense mostró su identidad con una defensa rocosa, acumulando innumerables porterías a cero y quedándose a cinco minutos del ansiado playoff. La temporada terminó con el equipo en sexta posición con 45 puntos, 26 goles a favor y solo 15 en contra. Además, Rober Gutiérrez apostó por jugadores de su confianza, como Luca Lohr, quien se convirtió en un baluarte defensivo, y Coba, su «niña bonita», quien ahora está gozando un año después de titularidades y goles en primera división con el Getafe CF.
Un ascenso para la historia
La 2023-24 fue la temporada del despegue definitivo. Con un bloque asentado y refuerzos clave como Pablo Olivares, Jairo Cárcaba (pichichi con 19 goles) y Antonio Fernández (10 tantos), el Conquense no solo compitió, sino que dominó. La victoria en el Salto del Caballo fue el punto de inflexión: el equipo se creyó capaz de más y acabó arrasando la Tercera RFEF con 73 puntos, 57 goles a favor y 18 en contra, logrando el ascenso con más de 3000 espectadores en La Fuensanta para derrotar al CD Tarancón por 3-0.
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PARTIDOS ENTRENANDO A LA BALOMPÉDICA
Con el encuentro de esta tarde Rober Gutiérrez cumple
Los #Balompédicos jamás olvidarán tu labor al frente del club, un ascenso a 2ª RFEF y… pic.twitter.com/hefkRJJJ4x
Ilusión copera y consolidación en Segunda RFEF
El desafío de la 2024-25 trajo más alegrías. Con fichajes como Joan Monterde, Raúl Caballero y Titi, el equipo mantuvo su identidad competitiva en una categoría donde cada partido es una batalla. Sin embargo, la campaña estuvo marcada por dos noches mágicas en la Copa del Rey. Primero, eliminando a la UD Ibiza con un golazo de falta de Raúl Caballero. Luego, forzando la prórroga contra la Real Sociedad en una Fuensanta repleta con más de 6.500 espectadores. Un 0-1 final, pero con el Conquense demostrando su garra ante un Primera División y equipo de Europa League.
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¡YA CONOCEMOS A NUESTRO RIVAL!
La Real Sociedad visitará La Fuensanta la próxima semana.#copadelreymapfre – 2ª ronda
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Un centenario con victoria y un futuro por decidir
Ayer, Rober Gutiérrez celebró sus 100 partidos en el banquillo con un triunfo por 1-0 ante el CF Talavera, un rival de la parte alta. La victoria reafirma el ADN de su equipo: competitividad, esfuerzo coral y una defensa inquebrantable. Con 48 victorias, 25 empates y 27 derrotas en su haber, el técnico ha dejado huella en Cuenca. Su equipo acumula 56 porterías a cero, con Raúl Bernabéu como protagonista en 51 de ellas.
En cuanto a su continuidad, el técnico prefiere esperar: «Es pronto para hablar de eso, el verano es más largo que un día sin pan». Lo que es seguro es que el Conquense, con 42 puntos y a falta de cinco jornadas, tiene la permanencia en su mano.
«Espero haber estado a la altura de lo que significa este club», dijo Gutiérrez al reflexionar sobre su recorrido. «El primer año fue muy duro, pero me ayudó a crecer. El día del ascenso fue la hostia y noches como la del Ibiza o la de hoy contra el Talavera son inolvidables».
Cien partidos después, Rober Gutiérrez ha demostrado que ya no es un desconocido. Es el arquitecto de un Conquense competitivo, ambicioso y con una identidad propia.
