El Barça afrontó un partido de octavos de final en Lisboa que cambió por completo en el minuto 20, cuando Pau Cubarsí fue expulsado por derribar a Pavlidis siendo el último defensa. En su mejor momento del encuentro, los culers se vieron obligados a reestructurar su planteamiento, sacrificando a Dani Olmo para dar entrada a Ronald Araujo. A pesar de la adversidad, el equipo de Hansi Flick supo recomponerse con un juego valiente y efectivo.
La actuación estelar de Wojciech Szczęsny bajo palos y un golazo de Raphinha fueron clave para que el Barça se llevara una valiosa victoria en la ida. Además, los acertados cambios del técnico alemán permitieron mantener la solidez defensiva y asegurar una ventaja crucial para la vuelta en Montjuïc.
Un mazazo en el mejor momento: Cubarsí, expulsado
El conjunto catalán pasaba por su mejor momento en el partido. Los culers habían desaprovechado una triple oportunidad de gol con los tres delanteros como protagonistas. El partido estaba controlado, pero sobre el minuto 20, Pau Cubarsí y Pavlidis protagonizaron una acción que marcaría todo el encuentro.
Tras un balón muerto en el centro del campo, Pavlidis recogía el esférico y se iba por velocidad de la zaga blaugrana. Cuando el delantero se disponía a entrar al área de Szczęsny, Cubarsí lo derribaba con una entrada por detrás. El árbitro no lo dudó y expulsó al central del Estanyol por ser el último defensa.
A partir de ahí, el Barça afrontaba un encuentro totalmente diferente. Hansi Flick, para compensar el vacío que había en el centro de la defensa, sacrificó a un pilar del centro del campo, Dani Olmo. El de Terrassa, frustrado, dio entrada a Ronald Araujo.
Una reacción de campeón
El FC Barcelona se supo sobreponer al batacazo que supuso la expulsión del joven central de la Masía. Es por eso, que, a diferencia de la temporada pasada cuando expulsaron a Araujo contra el PSG, los blaugranas no se encerraron atrás e intentaron proponer un buen juego.
Durante el encuentro, Pedri ponía la calma para dormir el partido y el tridente atacante se encargaba de poner el miedo en el cuerpo de los portugueses con ataques rápidos. No obstante, las mejores ocasiones llegaron por parte del cuadro local, que vio cómo se topaba con un estratosférico Szczęsny.
En el segundo tiempo, el Barça sufrió un poco más en defensa, aunque no llegaban ocasiones claras por parte de los portugueses. De hecho, fue el conjunto blaugrana, quien superó al guardameta de los lusos. Raphinha recuperaba un balón tras un error en la salida del Benfica. El propio jugador brasileño se sacaba un “trallazo” desde la frontal que acababa en el fondo de la red.
Los últimos minutos, el Benfica buscó el gol del empate, pero cuando conseguían superar la zaga blaugrana, se topaban con un increíble Tek.
Tek se reivindica con una actuación estelar
Wojciech Szczęsny firmó el mejor partido desde que es jugador del Barça. El polaco estuvo de diez bajo palos y muy seguro con los balones aéreos. Sus intervenciones supusieron que el Barça volviera a sumar otra portería a 0 y resistiera a las internadas de los locales. De este modo, los culers consiguieron, en parte gracias a sus paradas, salir con ventaja en la eliminatoria de Lisboa.
Además, el portero del Barça se lleva un récord para su cuenta particular. Desde la temporada 2019-20, un portero del Barça no salvaba 8 remates.
Raphinha volvió a ser decisivo
El extremo brasileño del Barça volvió a ser decisivo para que los de Flick pudieran irse con ventaja para Barcelona. Gracias a un golazo desde fuera del área, los blaugranas se avanzaron en el marcador y a partir de ahí, no dejaron generar demasiadas ocasiones a unos delanteros locales desacertados.
Raphinha, gracias a esta actuación en la ida de octavos de final, suma 13 goles y asistencias en la máxima competición europea. El delantero culer, en la cima de la clasificación de goleadores en Europa con 9 dianas, admite que pasa por “su mejor temporada en la élite”.
Los cambios de Flick: la clave para la victoria
La táctica de Hansi Flick cayó enseguida por culpa de la inesperada y desgraciada expulsión a Cubarsí. Ante ello, el entrenador alemán tuvo que improvisar un nuevo escenario y lo supo gestionar a la perfección.
El primer movimiento de Hansi Flick fue el de sacrificar a Dani Olmo para protegerse tras la expulsión de Cubarsí con la entrada de Araujo. El uruguayo hizo un gran partido y le negó el gol en numerosas ocasiones a los delanteros lusos.
En el segundo tiempo, Flick movió el banquillo por segunda vez para dar entrada a Ferran Torres y sustituir a Lamine Yamal. Entonces, el Barça estaba sufriendo y el joven de La Masía, algo fatigado.
Finalmente, Flick ordenó un último doble cambio. Sobre el minuto 80, Frenkie de Jong y Robert Lewandowski; daban entrada a Casadó i Gerard Martín. De este modo, el Barça podía defender el resultado y tener algo más de control con el balón.
Unos cambios que rindieron a la perfección y fueron decisivos para que el Barça se llevara el primer asalto de los octavos de la Champions League.