Vinícius con el Real Madrid

Los dos capítulos del derbi madrileño versión Champions fueron el fiel reflejo de lo que, para los estándares de una superestrella mundial como es Vinícius Júnior, está siendo este año para el brasileño: adverso en los terrenos de juego, con muy pocas influencias en cuanto a cifras -apenas cinco goles y dos asistencias en 18 partidos- y con más focos en su posible partida a Arabia y en su rendimiento actitudinal que en el plano futbolístico.

Ciertamente, el colectivo del Real Madrid, carente de relaciones y extremadamente dependiente de algún brillo de sus rutilantes individuales, no lo ha ayudado. Dicho esto, uno se espera mucho más de un futbolista que fue absolutamente diferencial en la consecución de la 15° Orejona merengue y que, luego de su segundo puesto en el Balón de Oro, avisó que «volvería más fuerte» en este 2025. Desde luego, hasta ahora su visión no se está cumpliendo.

Anclado por la banda, liberado por el centro

Cuando llegó al Madrid desde el Flamengo, nadie podía sospechar que Vinícius pasaría de ser un extremo destacadísimo en el regate pero de muy poco gol a convertirse en un alma libre, con tendencia a caer hacia el perfil izquierdo pero con una evolución impresionante en su faceta pasadora y goleadora. Desde la salida de Karim Benzema del Santiago Bernabéu a mediados de 2023, Vini ha asumido galones y ha dado rienda suelta a su creatividad, incluso aunque su encaje inicial con Kylian Mbappé haya sido complejo.

De todos modos, en la vuelta ante el Atleti volvimos a ver una versión del carioca que rememoró tiempos pretéritos, y no precisamente para bien. En un 4-2-3-1 posicional, exageradamente rígido por momentos y totalmente falto de circuitos fluidos para desarmar el bloque bajo colchonero, Carlo Ancelotti encomendó a una de sus dos máximas figuras a retener la amplitud por la banda izquierda. El resultado está a la vista, y es que el brasileño jugó un muy mal partido: apenas 8 de 23 duelos ganados, solamente 3 de 14 regates completados, ningún centro ni remate al arco de Jan Oblak y, por supuesto, un penalti fallido. Muy pobre para los estándares que él mismo ha establecido.

La deuda pendiente de Vinícius en el Real Madrid

Si bien Vinícius ya tiene una sobrada experiencia en lo que se refiere a ser diferencial en las instancias más decisivas de la Champions, está claro que el conjunto blanco, con su panorama actual, necesitará más que nunca de él para lograr un bicampeonato y para disputarle el título de liga a un Barcelona en velocidad de crucero y a un Atlético que, ya sin competición internacional, podrá centrarse a pleno en el torneo de la regularidad.

En los momentos complicados en los que se demuestra el liderazgo, y si bien sus condiciones son innegables, es su temperamento lo que puede jugarle en contra. El tiempo dirá si Vinícius Júnior, indudablemente un crack, es capaz de imponerse finalmente al contexto aciago que le ofrece el Real Madrid actualmente.

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