Gabriel Magalhães, una baja muy sensible para el Arsenal de cara a la eliminatoria contra el Real Madrid.

16 minutos, eso fue todo lo que duró Gabriel Magalhães en el partido frente al Fulham antes de que una fatídica lesión en los isquiotibiales, mal que también ha aquejado al recién retornado Bukayo Saka y a Kai Havertz recientemente, diera por finalizada su temporada. De esta forma, el Arsenal se ha quedado sin una pieza fundamental para este sprint final. Si el Real Madrid estaba preocupado por cómo lastimar el sector izquierdo del sólido bloque defensivo de los Gunners, ahora lo estará un poco menos.

«Tenemos que reaccionar ante esas cosas, y eso significa que otros jugadores van a tener oportunidades de jugar y que el equipo tiene que encontrar otras vías. Es una gran pérdida, sin duda, pero tenemos los recursos para afrontarla», declaró Mikel Arteta previo al encuentro frente al Everton. Jakub Kiwior, central zurdo de buen pie, es el reemplazante natural del brasileño por similitud, pero está claro que no ofrece las mismas garantías. Con William Saliba como líder indiscutible de la zaga, queda en manos del entrenador español encontrar a su nuevo segundo escudo en la última línea.

El impacto defensivo de Gabriel Magalhães en el Arsenal

Que el conjunto londinense sea el equipo que menos goles (25) ha recibido esta temporada en la Premier League tiene mucho que ver con Magalhães. Titular en 28 de los 30 partidos del Arsenal, su capacidad para ganar duelos y su decreciente tendencia al error lo han hecho un pilar del equipo de Arteta. Si bien los Gunners han mantenido tres arcos en cero y solo han concedido un gol en los cuatro partidos que se ha perdido el oriundo de São Paulo, su bloque medio/bajo, otrora impenetrable, no transmitirá la misma sensación de seguridad.

Si a ello le sumamos su personalidad y confianza para salir a defender lejos del hábitat natural que supone su área, además de su físico exuberante para cubrir tanto terreno ante las subidas de Myles Lewis-Skelly o de Declan Rice, estamos ante un central moderno cuya presencia le daba sentido a un modelo de juego tan arriesgado.

Un golpe para el balón parado ofensivo gunner

Si el impacto de Gabriel en campo propio es grande, en el contrario no es menor tampoco. Y es que el ex-Lille, con sus 1,90 metros de altura, ha marcado cinco goles en 43 partidos este curso, todos ellos por la vía aérea. En la más que conocida supremacía del Arsenal en las situaciones a balón parado, el brasileño tenía mucho que decir. Sin él, Nicolas Jover -el entrenador francés encargado de planificar las ABP- deberá trazar otra estratagema para lastimar a un Madrid que, en la vuelta de su semifinal de la Copa del Rey frente a la Real Sociedad, demostró ser muy frágil en la defensa de los córners rivales.

Con la enfermería llena de delanteros lastimados y las dudas sobre los estados físicos de defensores como Riccardo Calafiori, Ben White o Jurriën Timber, el Arsenal afronta el tramo más decisivo de la temporada, ese en el que se ganan o pierden los grandes títulos, con una limitada cantidad de variantes. La lesión de Gabriel Magalhães es otro trágico suceso dentro de un año en el que el mayor déficit competitivo de los ingleses han sido las lesiones y su (inexistente) reacción frente a ellas en el mercado de invierno. Mikel Arteta, seguramente, esté deseando que termine la 24/25 y, con ella, lo hagan también los dolores de cabeza.

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