Poca gente ha mantenido su carrera deportiva libre de las amonestaciones arbitrales, cada vez más comunes en el fútbol de hoy. Y Mbappé no iba a ser una excepción, pues este domingo, en la victoria de su Real Madrid ante el Deportivo Alavés por la mínima (1-0), vio una tempranera tarjeta roja, que dolió a la escuadra merengue, pero no por ello les privó de la victoria en Mendizorroza.
Una fea entrada que le vale la expulsión
Empezaba el encuentro en el estadio del Deportivo Alavés, con un Madrid echando el ojo al partido de Champions que debe remontar en el Bernabéu ante el Arsenal, aunque no debía desconcentrarse en liga y permitir que el FC Barcelona se escapara directo al título.
Tras un primer tanto de Asencio anulado por falta de Rüdiger contra el guardameta del equipo de Eduardo Coudet, Owono, Camavinga marcó un golazo desde fuera del área adelantando al equipo de, solo en este encuentro, Davide Ancelotti, en ventaja hasta el resto del encuentro. Sin embargo, a pocos minutos del tanto del francés, su compatriota Kylian Mbappé provocaría una fea entrada sobre Antonio Blanco. El ex delantero del PSG se marchó del terreno de juego, según el acta arbitral, por «entrar con el pie en forma de plancha a la altura de la espinilla de un contrario, en la disputa del balón, usando fuerza excesiva.»
Esto le costó la cartulina amarilla por parte del colegiado en el terreno de juego, Soto Grado, pero desde el VAR, Gil Manzano corrigió al riojano, haciéndole sacar la cartulina roja al fichaje estrella del pasado mercado de verano en la capital española.
La sanción para Mbappé, peligrosa para el Madrid
La roja directa, según dictaminan las reglas oficiales, dan lugar a la suspensión de un partido mínimo. Aunque, dependiendo de la sentencia del comité disciplinario, puede irse más allá de perderse la visita del equipo de Ernesto Valverde al Santiago Bernabéu, pudiendo prolongarse bastantes partidos, entre ellos la final de la Copa del Rey en Sevilla ante el FC Barcelona.
Se puede prolongar la sanción del francés hasta tres o más partidos en caso de que su entrada al jugador del Alavés sea considerada una «conducta violenta», por lo que la final de Copa podría estar en peligro en caso de extenderse cuatro partidos o más, debido a que una vez sobrepasado este número de partidos, la sanción se debe cumplir en cualquier competición que juegue el equipo en cuestión, independientemente de en qué clase de torneo se cometió la infracción.
