Alfon frustrado en el Celta - Las Palmas

El Celta y Las Palmas firmaron ayer un resultado en tablas para cerrar la jornada número 29 de Primera División. La insistencia del equipo local durante todo el encuentro o la efectividad visitante no fueron quienes de deshacer ese empate a uno. Alfon González, antes del entretiempo, y Alberto Moleiro pusieron el tanto para cada uno. Fabio Silva marcaría un gol que a la postre sería anulado por fuera de juego posicional de McBurnie.

El Celta se queda con la miel en los labios

«Me gusta que la gente esté enfadada yendo octavos con 40 puntos». Así lo expresó Claudio Giráldez en la rueda de prensa postpartido sobre los sentimientos encontrados de la plantilla y el celtismo. Y habla bien de su trabajo con una plantilla repleta de gente de la casa. El Celta de Vigo se vio superior a su rival, o al menos lo expresaron de esa forma cuerpo técnico y jugadores, y no iban desencaminados. Tras 20 disparos, cinco de ellos sacados por los guardametas canarios, los celestes no fueron capaces de ganar son solvencia.

Su primera parte fue más dominadora que la segunda, a pesar de que las oportunidades claras fueran en menor cantidad. El golazo de Alfon recompensó ese esfuerzo cuando el cronómetro llegaba a su fin. Una jugada que comienza con la recuperación de Ilaix para conectar con Borja Iglesias, el cual se gira solo y abre al doce, para que el madrileño la ponga en la escuadra. Un gol que recordó a los que no hace mucho marcaba Nolito por esa misma banda.

La segunda mitad fue más disputada y abierta, sobre todo tras los primeros cambios. Unos ajustes en los que el técnico local reconoció su precipitación dando entrada a Fer López (buenos minutos otra vez) y Jailson al descanso. Los canarios aprovecharon esos desajustes para marcar el empate, lo que dejó la ansiedad por marcar a los que ayer vestían de negro. Esos primeros instantes tras el reinicio fueron los peores de los de Vigo. Tras el susto del tanto anulado, se toparon con el muro llamado Horkaš. Ilaix y Marcos Alonso gozaron de las más claras.

Las Palmas a punto de dar la campanada

Los Pío Pío sorprendieron para bien, a pesar de su racha negativa sin ganar que no romperán tampoco con ese reparto de puntos. Y como el buen vino, fueron mejorando con el tiempo del partido. La primera parte se vieron totalmente superados y sin claridad en ese juego directo sobre Fabio Silva y McBurnie. El portugués tuvo el único disparo que palmeó in extremis Guaita. Minutos después, Cillessen se llevaría un golpetazo de Borja Iglesias en un balón dividido que forzó el cambio del neerlandés. Una falta en ataque que no se saldó con amarilla y acabó con el portero intervenido de urgencia en Vigo tras una afectación intestinal.

El entrenador vigués, Diego Martínez, apostó por hacer una doble sustitución en el descanso para revertir la situación en este Celta – Las Palmas. Daba entrada a Sandro y Essugo por Bajcetic y Campaña. Poco después del reinicio, una buena acción de McBurnie aguantando el balón le permitió poner un gran pase atrás. El portugués Silva la dejó pasar y en ese fallo de basculación estaba solo Moleiro para rematar a placer en el punto de penalti. Serían los mejores instantes de la Unión Deportiva, que también se veía sostenida por Horkaš.

Cuando el Celta preparaba otra doble sustitución, los amarillos dieron un picotazo que dejó noqueado a todo Balaídos. Una gran jugada colectiva que acabó en otro centro lateral de Viti al que no llegó el punta escocés pasado de frenada y remató Fabio luego de un mal despeje de Starfelt. Después se pudo visualizar que ese centro iba a Oliver, en fuera de juego, impidió el despeje limpio del sueco. A partir de aquí, el Celta se volvió a hacer con el partido para tirar de épica pero los de Diego Martínez supieron resistir bien y dominar el tiempo.

Polémica arbitral, salta la sorpresa

Un día más en LaLiga hay polémica arbitral de por medio. En esta ocasión, los afectados son los visitantes. Cuando corría el minuto 69 en este Celta – Las Palmas, esa jugada mencionada anteriormente no parecía entrañar complicación ninguna. Un centro mal despejado que acaba en gol. Las repeticiones delataron al escocés Oliver McBurnie, en posición antirreglamentaria a pesar de no tocar el esférico en toda la acción. E incluso después saliendo del campo.

El quid de la cuestión reside en que a pesar de que no se toque el balón, el rematador hace por jugar el balón. A pesar de que el número 16 se pase de largo. Eso obliga a Carl Starfelt, que sigue la marca del punta de Las Palmas, a intentar despejar ya condicionado y termina fallando. El reglamento arbitral dice en estas ocasiones que será fuera de juego cuando un jugador que interfiere en un contrincante«intenta jugar claramente un balón cercano mediante una acción que tenga un impacto en un adversario».

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