La tensión no para de aumentar en el Leicester City. A la falta de victorias del equipo (3/20) se ha sumado una fuerte discusión entre Ruud Van Nistelrooy y Harry Winks que terminó con el centrocampista inglés siendo desconvocado en el último partido ante el Manchester City y apartado del equipo. Desde Inglaterra apuntan a que el ex del Tottenham se negó a viajar para dormir en el campo de entrenamiento, algo que enfureció a su técnico.
160 kilómetros de diferencia
Harry Winks es uno de los jugadores que vive más lejos del campo de entrenamiento del Leicester City en Seagrave. Concretamente, en el condado de Hertfordshire a 100 millas (160 km.) de distancia. Una ubicación que le hace tener que viajar más de una hora solamente para entrenar con el club. Esta situación ya la vivió Enzo Maresca, que no ponía ninguna pega para que el jugador viajara todos los días para entrenar.
El deseo de Ruud Van Nistelrooy es que los jugadores se queden a dormir al menos una noche en el campo de entrenamiento a lo largo de la semana. Con motivo de la preparación después de la sesión de tarde, los jugadores seguirán concentrados con el equipo y dormirán en las instalaciones del club antes de realizar el entrenamiento mañanero. Algo a lo que Winks se negó y provocó el enfrentamiento entre ambos.
Relación rota entre Van Nistelrooy y Harry Winks
Llegado desde el Tottenham, a cambio de alrededor de diez millones de euros, Harry Winks fue uno de los jugadores clave para el ascenso del Leicester City la temporada pasada. Durante esta campaña, los resultados no han acompañado al equipo y, si bien era clave con Steve Cooper, con Van Nistelrooy ha ido perdiendo protagonismo paulatinamente.
El neerlandés ha apostado por un centro del campo muy físico, formado por Wilfred Ndidi y Soumaré, en el que no tiene cabida el inglés. Un planteamiento que no le está dando sus frutos y que sitúa al Leicester en la antepenúltima posición de la tabla.
The Sun: «Ambiente tóxico»
El diario inglés ha calificado el ambiente interno del Leicester como tóxico. La derrota hace unas jornadas ante el Brentford por 4-0 supuso la destitución de dos integrantes del cuerpo técnico, Ben Dawson y el entrenador de porteros, Danny Alcock. Componentes del equipo de Steve Cooper que se quedaron con Van Nistelrooy.
Otra de las polémicas que azotó al club fue la presencia de Jannik Vestergaard con su perro en las instalaciones del club. El central danés argumentó que no tenía con quién dejarlo. Esto no pasó desapercibido en el seno de ‘Los Foxes’ y también alimentó la controversia. Ya lleva un mes sin vestirse de corto.
La situación del Leicester cada vez se está haciendo más insostenible y la permanencia de Ruud Van Nistelrooy al frente del banquillo suscita muchas dudas.