Real Madrid y Barça se veían de nuevo las caras en el primer clásico de la temporada 2024/25. Para muchos se trataba del mejor Clásico de los últimos años por el buen momento, sobre todo del conjunto ‘culer’, y el gran salto de calidad en ataque de los blancos con el reciente fichaje de Kylian Mbappé.
El partido se disputó el sábado 26 de octubre, a las 21:00 horas, en el Estadio Santiago Bernabéu. El Clásico, como cada año, se presentaba como el gran partido del futbol europeo. No obstante, este año se añade un matiz especial. Esta presente temporada, la irrupción de dos de los mejores tridentes de Europa potencia un encuentro que había perdido valor en los últimos años tras las marchas de Leo Messi y Cristiano Ronaldo.
El conjunto de Carlo Ancelotti llegaba tras sembrar dudas sobre su juego en los últimos encuentros. No obstante, no conocía aún la derrota en liga esta temporada, aunque se había dejado puntos en tres partidos. En Champions, había sido capaz de ganar los dos partidos en casa esta temporada, pero perdió en Lille en la segunda jornada de la competición.
La irregularidad por parte del Madrid sembraba dudas entre la afición, que llegó a silbar a su equipo en más de una ocasión esta temporada por el poco juego que plantea. Por suerte para el equipo, la efectividad del tridente blanco sacó los partidos adelante. Aun así, los de Ancelotti se mostraban débiles en defensa y recibían más ocasiones de las que solían recibir la temporada pasada.
El Barça de Flick venía haciendo grandes actuaciones en Liga esta temporada. No obstante, se dudaba de su capacidad en Europa por las campañas que precedían. El conjunto ‘culer’, acabó con su maldición contra el Bayern de Múnich venciendo por 4 goles a 1, en un partido que dominó casi de principio a fin y en el que pudo agrandar su goleada.
El equipo azulgrana ha iniciado una nueva etapa con Hansi Flick, donde destaca su manera de jugar, con la presión muy adelantada. El entorno planteaba que, contra el Bayern, el Barça podría sufrir más, pero cuando peor se sentía, los ajustes de Flick arreglaron la situación. Ahora, se ha vuelto a plantear la misma situación. Con los blancos, la defensa se enfrentaba a dos de los futbolistas más rápidos y desequilibrantes de Europa: Vinícius Júnior y Kylian Mbappé.
Primera parte: Dominio del Real Madrid pero constantes fueras de juegos
El partido empezó con ritmo, un toma y daca de ambos equipos. El Real Madrid, con el apoyo de la afición, portó la batuta del balón en los primeros compases ante el Barça, pero sin claridad de cara a puerta.
Camavinga era el encargado de perseguir a Lamine Yamal cuando tenía la pelota, además de apoyar a Mendy en las ayudas, cubriendo bien el Madrid la segunda línea. El Real Madrid conseguía anular muy bien las bandas de Barcelona por las ayudas constantes de Bellingham y Camavinga en cada uno de los costados, en un despliegue físico total. Hay un trabajo importante de Camavinga y Bellingham cuando el Real Madrid repliega. El francés le escalona y dobla la marca a Lamine Yamal para que no quede mano a mano Mendy, y Bellingham persigue a Alejandro Balde cuando este pasa por afuera.
El Real Madrid estaba teniendo acciones en las que sus centrocampistas estaban teniendo algo de tiempo para poder buscar el desmarque de sus delanteros, pero la defensa del Barça era perfecta en la compenetración para no romper la línea, y a Mbappé le faltaba algo de calma. Cuando el Madrid lograba juntar pases por izquierda y activar a sus delanteros al espacio, el Barça sufría. Camavinga, con sus desprendimientos, clave para fijar a Koundé y generarle espacios a Vinícius para que desborde.
La banda izquierda del Real Madrid empezaba a ser un problema para el sector derecho del Barça. Sin Lamine ni ningún centrocampista ayudando a Koundé, Cubarsí tenía que salir todo el rato en su ayuda y abandonar su zona. Así repetía Ancelotti uno de los mecanismos que mejor le funcionó al Bayern en Montjuïc: los volantes, Camavinga izquierda y Bellingham derecha, ganan altura y fijan a lateral para que Lucas en la derecha y Vinícius en la izquierda, muy abiertos, pudieran recibir liberados.
Siendo capaz de que se jugara a lo que le convenía al conjunto blanco. El Barça no se instalaba en campo del Real Madrid, no finalizaba jugadas y no podía presionar alto, y los blancos dando los pases a los desmarques de Mbappé en situaciones de ventaja. Además, clave Militão a la hora de sacar el balón, intentando sorprender a la línea de fuera de juego.
La coordinación defensiva del Barça, una locura, en todo sentido. Hansi Flick tiene a su Barça tan trabajado que da la sensación de que lleva 3 años en el club. Es difícil que alguien se les cuele sin caer en el offside. Brutal lo de la línea defensiva del Barça tirando el fuera de juego tan lejos y estando tan expuesta. El Real Madrid ha atacado muy bien la profundidad, tanto en largo como desde fuera, pero el conjunto culé ha estado impecable en lo más complicado.
Mbappé se estaba precipitando en exceso a la hora de desmarcarse. Se nota que va cogiendo el punto físico y que confía mucho en su velocidad con tanto espacio por delante. Pero midiendo mal sus arrancadas con la línea del FCB tan adelantada, cayendo 6 veces en fuera de juego.
El primer tiempo de Casadó y Pedri estaba siendo fantástico, estando en inferioridad numérica ante los 4 del Real Madrid. El primer roba y achica espacios y el segundo no está perdiendo un balón, portando la personalidad que se le pide al Barça.
Se demostraba, una vez más, que dan igual la sensaciones previas cuando se trata de un clásico. Los dos equipos estaban dándolo todo absolutamente y mostrando sus virtudes y defectos sin ningún tipo de complejo. Grandísimo clásico en cuanto a intensidad de refiere en un empate total y absoluto. A nivel de ocasiones había tenido alguna más el Barcelona, pero el Madrid había tenido más acercamientos marcados por el fuera de juego.
Un Real Madrid activo y dominador por momentos era anulado por un Barcelona con maestría en los fueras de juego. Mbappé, que llegó a marcar, desquiciado por el gran trabajo de los culés en este sentido. El plan defensivo de Ancelotti es lo que le ha permitido a su equipo ser mejor en la primera parte. Con su presión alta con marcajes al hombre redujo una parte del partido a ganar duelos, y ahí es donde es más fácil que pueda imponer su gran calidad individual.
Segunda parte: Goles y baño del Barça
Entró Frenkie de Jong en lugar de Fermín nada más entrar la segunda parte, en una declaración de intenciones de Flick. Sabía que el tema del fuera de juego y la línea tiene un riesgo gigante contra Vinícius Jr. y Mbappé, y no quería exponerse tanto a estar sin balón.
En el 54′, llegó el primer tanto culé. Lewandowski hizo gala de una de sus grandes habilidades, el remate de cabeza. Balde puso un centro medido desde la banda izquierda y Robert Lewandowski saltó, giró la cabeza como marcan los cánones y batió a Lunin. Reduciendo así considerablemente las opciones del Madrid de conseguir algo positivo en el Clásico del Bernabéu.
El gol de Lewandowski demuestra lo difícil que es lo que ha hecho la línea defensiva del Barça toda la primera parte: la concentración para que no te pillen en ninguna tiene que ser máxima. La extraordinaria habilidad para dejar al Madrid en fuera de juego es la que no ha tenido Mendy. Eso y que Lewandowski ha sabido esperar el momento justo, que es lo que no han sabido hacer ni Vinicius ni Mbappé.
El pase de Casadó define perfectamente el tipo de futbolista que es. Lucha cada balón, se equivoca poco ,es inteligente y su capacidad para ver los huecos en ataque, está minimizada por su rol actual.
El polaco pudo conseguir un hat-trick, ya que, en el minuto 65, envió al poste una gran asistencia de Raphinha, cuando todo el estadio visualizaba el 0-3. Poco después, en otra contra, mandó a las nubes un servicio de Lamine Yamal. El polaco es líder absoluto del Pichichi con 14 dianas, a los que hay que añadir dos goles más en Champions.
La debilidad del Real Madrid sin balón es si los encuentras en el centro con una presión alta. Los dos delanteros no son lo suficientemente agresivos y la línea del mediocampo detrás de ellos no siempre los presiona. Han cerrado a Yamal y a los flancos en este partido, pero Casadó los mató en ese espacio central que dejan.
Lo del segundo tiempo ha sido un baño del Barça y un golpe de realidad al Real Madrid, que venía sufriendo todo el inicio de curso. Pero hasta que no llegase una derrota de este calado no marcaría un antes y un después. Se puede analizar, sobreanalizar, e incluso individualizar, pero la realidad es que no hay juego. Todo se basa en inspiración defensiva u ofensiva, y que esto no es más que la crónica de una muerte anunciada de un entrenador que lleva demasiado viviendo de ello.
El Real Madrid asimiló muy mal el 0-1, perdió el orden que tuvo en el primer tiempo y jugó a una ruleta rusa en la que Mbappé estuvo terrible. Lewandowski perdonó de primeras, pero Lamine no se perdió una cita con la gloria.
Con el 0-3, Lamine Yamal (17 años y 105 días) superó a Ansu Fati (17 años y 359 días) y se convirtió en el goleador más joven en toda la historia de los clásicos. Más tarde llegó el cuarto de Raphinha y volvió a dejar en evidencia la defensa blanca. Así se acabó el partido con un Barça silenciando al Real Madrid en su casa.
Este partido deja muy señalado a Mbappé. Ha tenido muchas situaciones en las que él debería brillar, haber destrozado al Barcelona y dejar claro que es el mejor delantero del mundo si puede correr. Pero la verdad es que ha caído en fuera de juego 6, 7 u 8 veces.
Próximos compromisos
Para el conjunto madridista, su próxima cita será en Mestalla ante el Valencia el 2 de noviembre.
Para el conjunto culé, recibirán en casa al Espanyol en el derbi de Barcelona, el 3 de noviembre.