El entrenador canario está dispuesto a empezar su segunda etapa en Can Misses, en la que llevó al conjunto balear en la categoría de plata del fútbol español, y donde consiguió resultados como aquel 0-5 endosado a un Málaga que acabaría descendiendo al año siguiente, en la 22/23, junto a los ibicencos. Ahora, el panorama es diferente, en el que el club está una división por debajo y sin mucha fe por parte de la afición.
Inicio irregular de temporada en Baleares
Empezaba la temporada de la UD Ibiza al mando de Pep Martí, un entrenador que no pisaba un banquillo desde el 2022 de la mano del Sporting de Gijón, en Segunda División en aquella campaña. Tenía una tarea bastante compleja, que era devolver al fútbol profesional a un Ibiza que tuvo la miel en los labios tras quedarse eliminado del playoff por el Barça B.
Su primer partido, recibía en la isla balear a un recién descendido como el Villarreal B, en un encuentro que acabó con un empate a uno. Las primeras victorias llegaban en Madrid contra el Castilla y contra el Yeclano Deportivo por 0-1, y que animaban a la afición a poder soñar de nuevo con ver a su equipo jugando en LaLiga Hypermotion.
A su vuelta a Can Misses, volvía a empatar a uno contra el Hércules de Alicante, y en su visita a Mérida cayó la primera derrota de la temporada que, lastimosamente, no sería la única. Pero antes vendría la primera victoria en casa ante el Alcoyano, y dos empates seguidos contra el Atlético Sanluqueño y el Atlético de Madrid B, y otra victoria contra el Intercity. Sin embargo, la cosa iba a ir a peor tras esa victoria.
Caían contra el Fuenlabrada en su visita al Fernando Torres, la derrota y eliminación en Copa del Rey a manos de un Segunda RFEF como el Conquense. La dinámica en liga se volvió completamente negativa, pues caía ante el actual líder del grupo II de Primera RFEF, el Betis Deportivo, y por 2-0 caería el entrenador mallorquín en su último encuentro al frente del equipo pitiuso.
Un viejo conocido para devolver la alegría a Ibiza
Hoy a las doce del mediodía, las cuentas oficiales del club oficializaron la llegada del técnico español por segunda vez, desde que cogiera al equipo en la ya lejana temporada 21/22, temporada en la que los baleares se estrenaban en la categoría de plata, y buscaban la permanencia en las tácticas de Jémez.
Tras su salida del Tractor iraní, vuelve a un club que actualmente se encuentra noveno del grupo, con los mismos puntos que Alcoyano, Mérida y Atlético de Madrid B, a un punto de los play-off de ascenso a Segunda, y a siete puntos del líder, el Betis Deportivo, la cantera del club verdiblanco.
Jémez va a tener dos pruebas de fuego que deberá de asentar desde este mismo jueves, primer día en el que cogerá las riendas del equipo pitiuso. La primera, recibir a un equipo que sí está en los puestos de play-off, como es el caso del Marbella, que viene de un empate en casa frente al Atlético Sanluqueño sin gol alguno. La segunda, la visita a un estadio complicado como el Jesús Navas, donde se encontrará con un Sevilla Atlético que se viene abajo tras la derrota por 1-4 ante el Yeclano Deportivo.
Veremos si el tiempo da la razón a la directiva ibicenca en volver a confiar en un técnico que les dio tantas alegrías en el pasado. Lo que sí es seguro, es que coge a un equipo muy complicado y al que deberá poner a tono desde el minuto a uno si quieren volver al fútbol profesional y dejar atrás la categoría de bronce.