Tanto en el Atlético de Madrid como en la selección argentina, Julián Álvarez ha sido sacrificado por afuera.
“Julián nace de mediapunta, por adentro. Las circunstancias dan a que nos tenga que dar una mano por afuera. No solo porque creemos que sea interesante, sino por la imposibilidad de contar con algunos jugadores”, declaró Lionel Scaloni, entrenador de la selección argentina, antes del Argentina 1-0 Perú. Tanto en la caída frente a Paraguay en Asunción como en el triunfo ante el combinado peruano en La Boca, La Araña pagó el precio de convivir con Lautaro Martínez y Leo Messi en el tridente de ataque. La banda izquierda, el principal factor que explica la incomodidad del delantero del Atlético de Madrid.
Sacrificio por el colectivo en el Atleti
Esta reconversión, sin embargo, no es nueva. Y es que en esta misma temporada, Diego Pablo Simeone ha utilizado a Julián en varios partidos por ese mismo costado. En línea con los dichos de Scaloni, El Cholo analizó: «Creo que su mejor potencial es ahí atrás, libre, detrás del 9 de punta, trabajando así en un equipo que tenga mucho más la pelota que el rival. El otro día, en el clásico contra el Real Madrid lo empezó por la izquierda y le dije que era un partido diferente, por la característica del rival, pero no está para hacer eso todos los partidos. Pero se siente más cómodo en el medio, participando más en el juego, pasa que necesito encontrarles un lugar a todos los jugadores que tenemos”. Su voluntad para presionar alto y ayudar al lateral de su lado en el repliegue, sumada a sus constantes diagonales y movimientos en corto o al espacio, lo convierten en un comodín para sus entrenadores.
Pocos pero lógicos minutos con Guardiola
Si Álvarez decidió salir de la zona de confort que suponía integrar la plantilla del Manchester City fue por una razón: su poco protagonismo. Con Erling Haaland por delante de él en la posición de «9», no tuvo otra opción que adaptarse para entrar en el XI titular. Sin embargo, lejos de tener que pisar tanto los carriles exteriores, Pep lo reubicó principalmente detrás del noruego. Sí, como un mediapunta, exactamente como han definido Scaloni y Simeone la mejor función de La Araña.
¿Se puede volver a las raíces?
En sus tres años y medio en River Plate, Julián convirtió 54 goles y repartió 31 asistencias en 122 partidos. Más allá de las evidentes diferencias entre el fútbol sudamericano y el europeo, dicho rendimiento llegó siendo una referencia ofensiva para el equipo de Marcelo Gallardo, tanto en una doble punta como único delantero. ¿Serán capaces sus dos entrenadores de unificar criterios y potenciarlo en vez de sacrificarlo? El tiempo lo dirá.