Bayern de Múnich y Augsburgo se enfrentaban en el derbi de Baviera, pero en diferentes escenarios. Mientras los locales están en una nube, viviendo un momento muy dulce en liga. Por el otro lado, el conjunto visitante, no había conseguido ganar fuera de casa, y tenía la necesidad de sumar para distanciarse del descenso.
Primera mitad: Paciencia y resistencia
Con los 22 jugadores sobre el escenario, el Allianz vestido de gala y la nieve cayendo del cielo, Schlager daba el pistoletazo inicial al derbi.
Rápidamente, los de Kompany decantaron la balanza al campo rival. La presión tras pérdida y las pocas ganas del Augsburgo de conservar el esférico, facilitó que el Bayern tuviese el control total del encuentro. A pesar del dominio, aún no habían visto portería.
De lado a lado, el conjunto bávaro intentaba filtrar pases de cirujano para encontrar a su mago, Musiala. Fueron pocas las veces que el 42 del Bayern de Múnich fue encontrado, pero cuando le llegaba la pelota, pasaban cosas.
Con el plan A de Kompany sin funcionar el Bayern empezó a mirar a sus bandas para generar por allí. Con desequilibrios en línea de cal, los locales, arrancaron a poner a prueba a Labrovic, que respondió a los intentos de Musiala, Kane o Olise para estrenar el casillero.
Tras una disputa aérea contra Guerreiro, el internacional con Grecia, Giannoulis se marchó del terreno de juego en el minuto 36 debido a unas molestias en los abductores.
Jugándose ya el tiempo añadido, el obediente y callado de la clase, Goretzka, soltaba un latigazo desde fuera el rectángulo para que los aficionados se llevasen las manos a la cabeza, tras ver la parada de Labrovic.
Los primeros 45 minutos no daban más de sí y el Augsburgo lograba la mitad de su objetivo, mantener el 0 a 0 del electrónico.
Segunda mitad: Llegaron los goles
El encuentro entre Bayern de Múnich y Augsburgo dio arranque después de la pausa reglamentaria con el mismo guión de la primera mitad, dominio local. La batalla de Baviera siguió dando la impresión de que el gol del Bayern de Múnich estaba al caer, pero el defensor del arco visitante continuó realizando su trabajo a la perfección.
Después de unos minutos de tregua en el Allianz Arena, el gigante de Baviera volvió a la carga. Con la líneas del Augsburgo muy conjuntas el Bayern se agarró al balón parado.
En un saque de esquina, una mano suelta de Pedersen, el árbitro pitó penalti después de verla en la pantalla VAR. El conjunto de Kompany tuvo la oportunidad de adelantarse a través de la pena máxima. Harry Kane no se puso nervioso y desencadenó el grito unificado de alegría por parte de la afición local.
Sin un plan claro por parte de los chicos de Thorup después del gol del inglés, el líder de la Bundesliga bajó la intensidad del encuentro y comenzó a mover el balón para desesperar al rival.
Los del Allianz seguían disfrutando a través del balón y sin señales de preocupación por un posible empate de sus vecinos. Musiala continuaba regalando buenos minutos y recompensaba a todos los espectadores que pagaron una entrada.
Con el encuentro ya decidido, a pesar del corto resultado, una caída dentro del área de Kane, causada por una falta de Schlotterbeck, volvió a conducir al Bayern y al inglés al gol.
Tras el segundo gol y la expulsión por doble amarilla de Schlotterbeck, el Augsburgo bajó los brazos y ya estaba pensando en sus futuros encuentros. Pero el delantero bávaro quería el tercero para llevarse el balón a casa. Un pase milimétrico de Goretzka y un control fabuloso de Kane, hicieron el tercer y definitivo gol.
Próximos partidos de Bayern de Múnich y Augsburgo
Los de Kompany tendrán que volver a coger fuerzas rápidamente para verse las caras contra el PSG de Luis Enrique, un duelo increíble de la Champions League.
Por la otra parte, el Augsburgo tendrá un partido de una exigencia menor, ya que se van a jugar los tres puntos contra los colistas de la Bundesliga, el Bochum.