Fumar mata, el agua moja, el azúcar es dulce y los córners, para el Arsenal, son medio gol. El equipo de Arteta está sabiendo resolver partidos atascados, a través de la pizarra, ganando al Manchester de Amorim o a sus vecinos, Spurs, de esa manera. Todos estos buenos resultados gracias a los saques de esquina tiene nombre y apellido: Nicolás Jover.
De Berlín a Londres
Criado en las calles de Berlín y de Francia y formado en Canadá, Nico empezó su carrera como analista en Montpellier, para trasladarse un año a Croacia para seguir creciendo. A partir de allí, arrancó su viaje por Inglaterra: primero en Brentford, luego en Manchester, en la parte Sky Blue, donde conoció a Mikel Arteta y actualmente ayudante en el Arsenal del entrenador donostiarra.
Jover no ha cambiado solo la táctica gunner, ha transformado su posición en un lugar de alta importancia para optar a ser uno de los mejores equipos del planeta. Las cámaras han pasado de enfocar a los futbolistas en los saques de esquina, a apuntar hacia el genio incomprendido .
En el Emirates Stadium la gente ya reconoce quien es el verdadero asistente del gol, vocalizando su nombre después de celebrar con el remate de cabeza de uno de los suyos.
Las claves de Nicolás Jover
A pesar del peligro que tiene el Arsenal en pelota parada, los rivales no están sabiendo cómo frenarlos . Si marcas al hombre, recibes bloques, si marcas zonalmente, te la cuelan igualmente.
Sus saques tan cerrados hechos por Saka o Rice, dependiendo del lado, le complican la vida a la mayoría de porteros de Europa. Los de Arteta son el conjunto que más jugadores acumula en los córners y también el que proyecta siempre la misma jugada, pero a veces con variantes.
El gran rematador de los gunners es Gabriel, pero tiene a unos secuaces, que hacen el trabajo sucio para limpiarle la zona de remate: Saliba molesta al guardameta al mismo tiempo que bloquea a un central, Timber ataca el primer palo con voluntad de rematar lo que se cueza, Havertz bloquea y intenta pescar en rio revuelto y Gabriel sobrevuela todas las cabezas para batir al portero. Todo al mismo tiempo que Bukayo Saka y Declan Rice ponen el caramelo dentro del área pequeña.
