El Arsenal vapuleó, literalmente, a un Manchester City que sigue sin encontrar la perfección que busca Pep Guardiola. Con la del domingo ante Arteta, el equipo citizen ya suma siete derrotas en la competición liguera.
Pero esta derrota es solo un síntoma más del mal momento de forma y de juego por el que pasa el equipo. Ni siquiera las constantes rotaciones en el once inicial hacen que el equipo dé un paso hacia adelante en su rendimiento.
El partido ante los Gunners era uno más de los tantos de esta temporada. Al Arsenal tan solo le valió con una alta presión para desbaratar por completo los planes del City, quien, pese a ver que no funciona, sigue saliendo con el balón jugado desde atrás.
Rodri, una baja crucial
Y es que la pérdida de Rodri ha causado mucho daño. Pese a estar en una posición poco vistosa, su calidad en salida de balón, su inteligencia a la hora de colocarse sobre el terreno de juego y, sobre todo, su liderazgo son tres puntos que el Manchester City echa demasiado en falta.
En el encuentro ante Arsenal, y como casi siempre, el Manchester City ganó la posesión, pero no le valió de mucho. Ese tempranero gol de Martin Ødegaard cuando prácticamente ambos equipos se estaban posicionando sobre el terreno de juego tumbó todo el plan inicial del equipo de Guardiola.
Para intentar asaltar el Emirates Stadium, el Manchester City salió con un 4-2-3-1, que es un once de gala. El doble pivote formado por Kovacic y Bernardo Silva apenas aguantaba las salidas al contraataque de la zona delantera de un Arsenal que, conociendo los defectos de su rival, presionaba sin cesar.
En varias de esas presiones surgieron errores en salida de balón que podrían haber significado ampliar la ventaja local antes del descanso, pero los gunners no acertaron sobre la meta de Ortega.
Tras el paso por vestuarios, parecía que el Manchester City daba un paso hacia adelante y Haaland lo certificó con el empate. Guardiola volvió a cambiar el sistema, dejando más liberado a Bernardo Silva por delante de Kovacic, quien sería quien cerraría el medio del campo.
Pero quien verdaderamente sufriría sería Matheus Nunes. El portugués todavía no se ha adaptado al puesto de lateral y sufre cada día más, sobre todo en las acciones defensivas.
Gundogan, sin importancia para Guardiola
Sorprendió también que, en un partido donde reinaba el caos, Guardiola no contara con un Gündogan que se ha visto relegado al banquillo en la rebelión impuesta por el entrenador catalán.
Con el paso de los minutos, el cansancio hizo mella en un equipo que físicamente no está preparado para el ida y vuelta, algo que sí propuso el Arsenal, el cual mejoró con la entrada de los jugadores desde el banquillo.
La goleada la acabó certificando Nwanery y dejó muy tocado a un Manchester City que se despide de manera definitiva de la Premier League. Los Sky Blues tienen ante sí la gran oportunidad de la temporada ante el Real Madrid en la Champions League. Una oportunidad que no puede dejar pasar si quiere seguir estando entre los grandes europeos.