A las 13:30 el Arsenal tenía la oportunidad de acercarse al líder de la Premier League, pero antes tenía que batir al Leicester City de Ruud Van Nistelrooy. Los locales venían de perder dos duelos seguidos ante el nuevo Everton y el Manchester United en FA Cup. Por parte de los visitantes, venían de descansar ya que estaban eliminados de la copa. Pero a pesar de tener las piernas frescas, venían de caer derrotados contra el Newcastle en Carabao Cup. El choque entre Leicester City y Arsenal era casi una final para ambos.
Primera mitad: Al Arsenal le falta repertorio
Tanto Foxes como Gunners se jugaban cosas totalmente opuestas, pero muy importantes. Los de Ruud querían salir del descenso, al mismo tiempo que los de Arteta tenían una oportunidad única para acercarse a la primera plaza de la Premier. El choque arrancaba con pocas revoluciones y con ambos conjuntos estudiándose. El Leicester estaba intentando estirarse a la mínima que el Arsenal retrasaba el balón. Las jugadas de los de Arteta, la mayoría, se basaban en que Nwaneri o Odegaard colgaran el cuero al área para que Rice, Trossard, Sterling, o quien fuera rematase.
Los de Londres no estaban pudiendo aplicar el fútbol que a ellos les gustaría implantar. Pases que a priori parecían sencillos, se fallaban. Era un día gris tanto en el clima como sobre el césped. Ni los locales ni los londinenses eran capaces de crear ocasiones remarcables. Lo más destacado, el talento del extremo derecho del Arsenal, Nwaneri.
El descanso se estaba asomando. Arteta ya estaba apuntando cosas en la libreta para ayudar a sus chicos en un choque que estaba muy parado. Los Foxes jugaban su partido. Frenar el encuentro, hacerlo aburrido y lento. Mientras tanto, a los Gunners se les terminaba la paciencia, a la vez que el tiempo.
Ni el balón parado estaba beneficiando a un Arsenal, que no lograba encontrar una grieta al bloque bajo del Leicester City antes de que el árbitro pitase el final del primer acto. Pero antes, los de Ruud casi marcan el primero del partido.
Segunda mitad: Nwaneri y Merino al rescate
La segunda parte abría el telón con el mismo guion: El Leicester aguantaba y frustraba a un Arsenal que seguía sin saber la manera para hacer daño al equipo que ocupa una zona de descenso. Odegaard no se encontraba con si mismo, lo de Sterling ya es un caso para estudiarlo y solo Nwaneri era el único que daba motivos a Arteta para creer en una posible victoria.
El chico de 17 años estuvo a nada de dar una gran alegría. El dorsal 53 recibió un balón cedido por el noruego. Ethan no se lo pensó, encaró y disparó un cuero que se fue rozando la cruceta de la portería local. La contienda se animaba. Arteta movió el banquillo para que entrara Merino. En una de sus primeras jugadas, estuvo a nada de llegar a una pelota que solo con tocarla se colaba en la portería.
El canterano Gunner y el futbolista más destacado no quería irse con un empate a Londres. Nwaneri volvió a estar a punto de romper el hielo con un golpeo que se estrelló en la madera. El adolescente, minutos más tarde, puso un caramelo dentro del área, donde se encontraba Merino, que con un sutil cabezazo batió a Hermansen.
El rol de falso nueve le estaba sentando muy bien al ex de la Real Sociedad. Los cánticos en el fondo del Arsenal ya se oían mencionando al español. Trossard filtró un pase de la muerte al segundo palo donde estaba el número 23. Con la confianza plena, Merino hizo el segundo y por segunda vez, daba la vuelta al banderín.
Ya con el Arsenal ganando cómodamente, el choque cogió otro color en los últimos minutos. La afición no paraba de nombrar a Merino en sus cánticos hasta que el árbitro pitó el final del encuentro.
Próximos encuentros del Leicester City y Arsenal
El Leicester City va a jugar otra vez en el King Power Stadium contra un equipo de Londres, el Brentford.
El Arsenal va a disputar en la próxima jornada un derbi en la capital de Londres contra el West Ham.