El United despide a 200 trabajadores

Son tiempos difíciles en Manchester. Mientras que el City aún no se recupera de su bajón deportivo, el Manchester United se sitúa en mínimos históricos. Los de Ruben Amorim restan en la posición 15 en la Premier League, y sus esperanzas se centran en la Europa League. Pero la crisis del United también pasa por los despachos. Según confirmaba la BBC, ayer mismo y por orden del copropietario mayoritario de los red devils, Jim Ratcliffe, alrededor de 200 trabajadores del Manchester United serán despedidos en un plazo de cuatro meses, siguiendo un ‘plan de transformación’.

Despidos masivos impulsados por motivos económicos

El pasado lunes, el director ejecutivo del club, Omar Berrada, presidió una reunión con los altos cargos del club, donde dio a conocer los planes de renovación económica del club. La base de las reformas viene motivada por culpa del déficit monetario que genera el club. El United ha terminado los últimos cinco años en números rojos, y en este plazo acumula unas perdidas totales de unos 450 millones de euros.

Las dos grandes prioridades a nivel de club son, en boca de Berrada, recuperar la estabilidad económica tras cinco años siendo una entidad deficitaria, y recuperar el rendimiento que los caracteriza en el terreno de juego. Berrada habla también de mejoras en las infraestructuras, y se quiere dar un impulso también al fútbol femenino dentro del club.

No podemos decir que estos despidos se veían venir, pero en ningún caso son novedad. A finales de la pasada campaña, el club ya despidió a más de 250 empleados. Para ponerlo en perspectiva, el 30 de junio de 2024, el United contaba con 1140 trabajadores. Los despidos planeados junto a los ya efectuados el verano pasado dejarían una reducción de un 39% de la plantilla.

Mano de hierro desde la entrada de Ratcliffe

Hace poco más de un año que el grupo INEOS se hizo con la propiedad minoritaria del Manchester United comprando acciones correspondientes al 27,7% del club. Desde la llegada de INEOS y Ratcliffe a la institución, la reestructuración interna fue evidente. En junio, el club opto por mantener a Ten Hag pese al pobre rendimiento mostrado en la temporada 23/24. En octubre y tras un mal inicio de temporada, se decidió despedir a Ten Hag, cuya rescisión de contrato le costó al club 17,5 millones de euros. El coste para traer como sustituto del holandés a Ruben Amorim fue de 13,2 millones, con lo que, tan solo en esta operación, la nueva junta de Ratcliffe ha gastado cerca de 30 millones de euros.

En la reunión del pasado lunes, el club anunció más medidas, duramente criticadas por la afición, con el fin de reducir los gastos del club. El precio de las entradas a Old Trafford ha sido unificado, y ahora los fans deberán pagar 66 libras para disfrutar de un partido, independientemente de la localidad en la que se sitúen. Otra de las decisiones criticadas con dureza fue la eliminación de varios servicios para los trabajadores, entre los que destacan la eliminación del servicio de catering gratuito.

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