España llega a los octavos de final de la Eurocopa 2024 de manera impresionante con su segunda victoria contra la vigente campeona.
España ya es equipo de octavos de final
Un pase certificado para España con una victoria ante Italia que reunió tan buen juego como expectativas en sus posibilidades en esta competición.
Podría decirse que en la selección española se ha instaurado el estado de optimismo con la victoria ante Italia. Sumado al triunfo por 3-0 ante Croacia en la primera jornada, son sensaciones que contrastan con las de Italia. Ellos tendrán su particular ‘final’ ante los croatas en la última jornada si quieren estar presente en la siguiente fase.
Luis de la Fuente apostó por la amplitud, verticalidad y desborde por las bandas con Nico Williams, elegido MVP del partido, y Lamine Yamal, sumado al control y mando de Rodri y Fabián en el mediocampo. Italia, ante la necesidad de protegerse, lo hizo con un bloque bajo, buscando salir en transiciones al espacio a la espalda de la defensa española.
El 1-0 y definitivo a la postre, llegó con un tanto en propia meta de del central Riccardo Calafiori, en una de las muchas llegadas de Williams desde la banda. El propio Williams pudo ampliar la ventaja, pero su remate se estrelló en el larguero. En otras ocasiones fue Gianluigi Donnarumma quien evitó el segundo gol de España. Sobre todo, con dos grandes intervenciones ante Ayoze Pérez, uno de los recambios de De la Fuente en el segundo tiempo.
Al final, La Roja, tras los cambios de De la Fuente, resistió a los últimos intentos de Italia en ataque para sellar la victoria y su pase a la siguiente ronda.
El aspecto negativo es la falta de puntería
Perdonar a los jugadores españoles por no finalizar las ocasiones claras que se les presentan por encima del hombro. Por lo general, la aptitud aérea no ha sido lo suyo después de una generación en la que la pelota se movió sin problemas sobre el suelo.
Entregar la pelota en la cubierta demostró tener resultados similares. La amenaza estaba ahí, el remate no. Y entonces el equipo de Luis de la Fuente lo descubrió: dejar ese último toque a Italia. Ha sido una opción popular en esta Eurocopa. Funcionó en la victoria de España por 1-0 el jueves por la noche en Gelsenkirchen para asegurar el primer puesto del Grupo B y poner fin a una terrible racha en los grandes torneos contra sus rivales del sur de Europa.
Un gol decisivo en propia puerta puede parecer una conclusión decepcionante. Para un partido de gran envergadura en la fase eliminatoria entre dos equipos que se combinan para representar a cuatro de los últimos ocho finalistas de la Eurocopa y tres de los últimos cuatro campeones. Pero España lo aceptará y se detendrá en los fallos si le cuestan puntos o progresión.
El primero llegó a menos de dos minutos del primer momento. Cuando un cabezazo de Pedri obligó a Gianluigi Donnarumma a atajar un centro desde el lado izquierdo de Nico Williams. En el minuto 10, Williams tuvo una gran oportunidad de cabeza después de un balón en el área de Álvaro Morata, pero no pudo dirigirlo a puerta. Los goles no llegaron, pero el cambio táctico fue evidente. Con La Roja conduciendo a Italia por las bandas a través de los extremos Williams y Lamine Yamal.
Su tercera oportunidad llegó cinco minutos más tarde con Morata conduciendo hacia la portería y forzando otra parada de Donnarumma. Fue su segunda de ocho, la mayor cantidad en el torneo hasta el momento.
Mediada la primera mitad, Italia seguía esperando su primer disparo y solo había conseguido un toque en el área española. Eso apenas cambió. España dominó y no solo por retener el balón. Fueron amenazantes, con siete disparos para 0,8 xG en la primera media hora,. Mientras completaban el 92,3% de sus pases en campo contrario. Mientras tanto, la línea estadística de ataque de Italia fue la misma que en el inicio del partido. Su primer disparo llegó en los momentos finales de la primera mitad, pero fue más figurativo que aterrador. Con Federico Chiesa disparando fuera de la portería desde lejos en lugar de buscar a un compañero de equipo. Sin él, Italia se habría quedado sin un tiro en la primera mitad en un gran torneo por primera vez desde 2000.
La segunda parte comenzó de manera similar. Con una oportunidad de igual calidad, pero Pedri no pudo rematar de primeras una oportunidad que algunos podrían llamar una retención.
España siguió atacando por la izquierda, y el autogol llegó tras la pierna de Riccardo Calafiori tras un centro de Williams que fue desviado por Morata. Ya fue el quinto gol en propia puerta del torneo. Y también la cuarta vez que España se beneficia de un gol en propia puerta de un rival en la Eurocopa desde el inicio de la edición de 2020.
El gol parecía que solo podía haber sido el principio en lugar del principio y el final. España había tenido un 82,1% de posesión en los primeros 15 minutos de la segunda mitad, con un 43,0% de la acción en el tercio italiano. Antes de que pareciera que las cosas podrían haber comenzado a cambiar. Pero eso nunca sucedió realmente.
El ataque español llegó con mayor frecuencia por la izquierda, como también lo hizo contra Croacia, y el impresionante Williams, que creó el doble de ocasiones (cuatro) que Italia . Ahora está a una de los siete regates completados de Yamal por el liderato del torneo.
A pesar de toda la discusión sobre la evolución de España a partir de la era del tiki-taka, Italia no es la misma que antes era conservadora. Simplemente nunca tuvieron la oportunidad de mostrarlo. El equipo de Luciano Spalletti, que solo había perdido uno de sus 10 partidos anteriores contra España en la Eurocopa y la Copa del Mundo (4V 5E). Terminó el partido con cuatro tiros para 0,18 xG, empatado en el segundo lugar más bajo del torneo hasta el momento.
Las claves tácticas del partido
Bajo un 4-3-3 con balón, España aprovechó la velocidad y el talento de sus extremos para generar peligro por las bandas. No obstante, el sector izquierdo dominó en el ataque de España. Carril en el que Williams y Marc Cucurella aportaron desborde y profundidad al ataque. En todo momento, los jugadores de España atacaron los intervalos que generaban Giovanni Di Lorenzo al saltar sobre Williams y Alessandro Bastoni, quien se quedaba al ser fijado por Pedri.
En los últimos metros, Williams buscó atacar constantemente en situaciones de 1×1 cuando vislumbraba una situación de ventaja. Estas son acciones en las que se sumaba Cucurella con desmarques de ruptura en profundidad para atacar la espalda de Di Lorenzo.
Italia también formó en 4-3-3 en fase de posesión, pero le faltó capacidad para realizar las combinaciones en zona de creación y por dentro. En la salida, a los centrales Alessandro Bastoni y Riccardo Calafiori les costó conectar con los medios Jorginho y Nicolò Barella. Ambos centrocampistas muy distanciados entre sí y sin una línea de pase segura. Por esa razón, los extremos, Davide Frattessi, Federico Chiesa y Lorenzo Pellegrini, no recibieron nunca en situación de ventaja. Provocando perderel control del balón en numerosas ocasiones.
La selección española impuso ante Italia el habitual estilo de juego implantado por De la Fuente. Es decir, alternar la posesión del balón en zona de creación para atraer al bloque defensivo rival. Sumado a la verticalidad en movimientos y pases. De ese modo, cada vez que España encontraba un espacio libre a la espalda de la línea del mediocampo o última línea defensiva, no dudaba en lanzar su ataque a esa zona.
Esa versión tan agresiva en ataque llevó al equipo de De la Fuente a generar numerosas ocasiones de gol y ahogar los intentos ofensivos de Italia. Un modelo en ataque en el que también Rodri, Fabián y Pedri superaron a su rival en el pasillo central a través de sus circulaciones de balón y superioridad posicional.
Sin opciones de ataque en la primera mitad, Spalletti optó por utilizar un juego más vertical tras el robo de balón en zona de creación en el segundo tiempo. Sin embargo, la precipitación a la hora de enlazar pases para llegar a zona de finalización con claridad le restó a Italia poder llegar a zona de finalización.
En los momentos que conseguía recuperar el balón, Bryan Cristante no supo identificar el espacio libre intermedio para conectar con Barella, y aprovechar así ese espacio en conducción que pudiera desajustar la línea defensiva de España.
- Presión intensa y desajustes en Italia
España también se impuso a Italia en el apartado defensivo con una presión intensa en bloque alto. Los de De la Fuente asumieron grandes riesgos a la hora de impedir el avance ofensivo de su rival Pero los supieron gestionar con acierto durante todo el partido.
Para conseguir ese éxito en defensa, los extremos Williams y Yamal presionaban por el carril interior a los centrales de Italia Sumado al salto de Carvajal en el exterior sobre el extremo izquierdo italiano, Pellegrini. Movimientos apoyados por los tres jugadores del mediocampo, Pedri, Rodri y Fabián. Los tres jugadores del centro del campo de España taparon las líneas de pase interiores de Italia, evitando así las conexiones interiores de Italia con Barella y Jorginho por dentro.
La selección italiana tuvo un gran problema durante gran parte del encuentro en fase defensiva provocada por la distancia entre sus medios. Barella y Jorginho no se ajustaron adecuadamente, generando de ese modo un espacio libre por el carril central. Por donde Pedri, Yamal y Fabián incidían en conducción de balón para llegar hasta zona de finalización en ventaja.
Otro de los desajustes de Italia estuvo en que la última línea replegaba demasiado. Ampliando así aún más el espacio en su bloque defensivo. Posteriormente, los de Spaletti trataron de cerrar el carril interior, pero se desajustaron por fuera. Por donde fueron superados en todo momento por los extremos y laterales españoles en profundidad para realizar centros laterales cerrados.
Así llegó el único gol del partido. Con Williams desbordando por fuera para encontrar un centro al área que Calafiori marcó en propia puerta en su intento de despeje.