Entrados ya en el último tercio de competición, todos los equipos del grupo I de Segunda RFEF son conscientes de la importancia de este tramo de la temporada. Saben que, en la mayoría de casos, los resultados que obtengan en el mes de marzo pueden definir cuál será el objetivo por el que habrán de pelear en las últimas jornadas de competición. Como cada semana, el menú está servido y no termina de diferir con respecto a las anteriores fechas.
Por arriba, los dos buques del grupo siguen con su lucha particular por la primera plaza. A una distancia prudente de ellos se encuentran un puñado de entidades que batallan por entrar en los puestos de playoff, plazas muy cotizadas (especialmente la quinta, con varios equipos aglomerados en muy poco espacio) que permitirán soñar con un mes de junio poético a cuatro clubes.
Tal es la igualdad que colindando con las escuadras que miran hacia arriba aparecen las que, al menos durante este fin de semana, deberán ojear la parte baja. Y es que el descenso de categoría en Segunda RFEF bien podría considerarse una escabechina: de los 18 equipos que comienzan la Liga, cinco (o incluso seis) van a ser relegados de categoría, lo que supone un 33% de los participantes.
Matutino asalto al título
El mano a mano por el título está programado, en esta ocasión, para el domingo por la mañana. El Pontevedra, actual líder, se desplaza a Santander para enfrentarse a un Rayo Cantabria que volvió a la senda del triunfo hace tan solo una jornada (1-2 frente al Compostela). Antes de eso, los de Ezequiel Loza acumulaban once jornadas (más de tres meses) sin sumar los tres puntos. El conjunto granate buscará defender el liderato del grupo I de Segunda RFEF y comenzar con buen pie un exigente mes de marzo en el que disputarán seis partidos. Uno de ellos, precisamente, es el aplazado ante su máximo rival, el Numancia.
Los sorianos reciben a un Salamanca en clara línea descendente en los últimos tiempos. El club charro suma tres derrotas en sus últimos cuatro enfrentamientos, lo que les ha hecho perder la posición ventajosa de la que gozaban al comenzar el año. Por otra parte, los de Aitor Calle, al igual que el Pontevedra, también tienen por delante treinta días de altos vuelos aunque, a priori, con partidos más asequibles que los de los gallegos.
Una codiciada quinta plaza
Pese a que ninguna ventaja es decisiva (y menos a estas alturas de competición), el Real Ávila, tercer clasificado, goza de un cómodo colchón sobre el cuarto clasificado, el Real Avilés. Los asturianos, a su vez, hacen lo propio con el quinto clasificado, el Deportivo Fabril. Sin embargo, es aquí donde dejan de existir los colchones.
El Real Ávila recibe al Coruxo, uno de esos equipos que debe ir decidiendo hacia dónde va a mirar durante lo que queda de temporada. Los de casa siguen teniendo como objetivo llegar al sobresaliente ya que, en calidad de recién ascendidos, su campaña ya es de notable alto. El Deportivo Fabril, conjunto que cierra la zona playoff, viajará hasta Cantabria para enfrentarse al peor local del grupo, el Escobedo. Ambos marcan el corte de sus respectivas zonas: los de Manuel Pablo marcan el playoff y los de Samuel San José, el «playout».
Esta parte de la tabla se cierra con dos duelos directos. El primero de ellos enfrenta al Real Avilés, cuarto clasificado, con el Valladolid Promesas, actualmente sexto en la clasificación. La igualdad entre ambos se hace notar en los números: únicamente les separan tres puntos en la tabla y son dos de los conjuntos que más empatan del grupo (diez tablas cada uno). En el otro de los choques, Marino de Luanco y Langreo se miden en un partido cuyo vencedor se catapultará hacia la zona noble de la tabla y cuyo perdedor quedará, al menos durante los próximos siete días, en tierra de nadie.
Último tren para los colistas
Tanto por el aspecto matemático como por la entidad de los rivales, la jornada 25 en el grupo I de Segunda RFEF supone un «match ball» para dos (o incluso tres) equipos: Laredo, Gimnástica Torrelavega y Guijuelo. Los primeros, a once puntos de la salvación, viajan a Asturias para enfrentarse a un Llanera en alza. 14 puntos de 21 posibles en el 2025 han permitido a los locales aferrarse a la categoría, algo que será una completa realidad si logran volver a sumar de tres.
A la Gimnástica Torrelavega también se le está acabando el tiempo. Con la permanencia a nueve puntos, los cántabros visitan esta tarde al Bergantiños. El problema vuelve a ser el mismo: la dinámica positiva del rival. Los de Carballo acumulan dos victorias consecutivas que ya les han sacado de la quema, y una tercera les permitiría adentrarse en la zona intermedia de la tabla.
El Guijuelo, en menor medida que los anteriores dos, también necesita empezar a sumar más victorias y menos empates (la mitad de sus duelos han acabado con reparto de puntos). Situado a cinco unidades de la salvación, la importancia de su partido radica en el rival, un Compostela con nuevo inquilino en el banquillo. Metidos también de lleno en la pelea, los gallegos, con Luisito a los mandos de la nave, necesitan darle la vuelta a la situación antes de que los nervios comiencen a aflorar de verdad en el seno del club.
