Tras ocho meses de competición donde el Real Valladolid no ha podido contar con un lateral izquierdo puro, los pucelanos han podido incorporar para esa demarcación a Henrique Silva, futbolista brasileño de 30 años que llega como agente libre tras terminar contrato con el Olympique de Lyon. Firma hasta final de temporada.
Toda una vida como cruzmaltino
Henrique Silva Milagres fue formado en las categorías inferiores de Vasco da Gama. Con tan sólo 18 años comenzaría a tener participación con el primer equipo del conjunto brasileño, disputando once partidos en su primera campaña. Aunque su participación fue escasa en los primeros años, comenzó a ganar importancia en el club a partir de 2016 con Milton Mendes y Valdir en los banquillos.
Henrique fue ganándose un puesto como titular en unas temporadas donde los brasileños estuvieron coqueteando con el descenso a la Serie B brasileña. Pero eso no impidió al futbolista de Rio de Janeiro, destacar como uno de los mejores jugadores de la liga en su demarcación.
Tras más de 170 encuentros con Vasco da Gama, Silva pondría punto y final a su etapa en Brasil y haría las maletas rumbo a Europa para firmar con el Olympique de Lyon. Con los franceses siempre desempeñó un rol secundario en las cuatro campañas en las que militó en la Ligue 1.
Nunca terminó de hacerse con un hueco en el equipo por lo que este verano abandonaría Francia tras cuatro años donde no fue capaz de superar las 50 participaciones. Ahora, se suma a un Real Valladolid que está ante sus últimas balas para engancharse a la pelea por la permanencia en Primera División.
Una incorporación que llega tarde
Desde un sector de la afición blanquivioleta hablan de la incorporación de Henrique Silva como un fichaje necesario pero que llega cuando el equipo está virtualmente descendido a Segunda División. Hay que recordar que durante la temporada, han pasado por el lateral jugadores como Lucas Rosa, Antonio Candela y que ahora, tras la llegada de Adam Aznou, parece que junto con Silva pretenden reforzar ese flanco por el que tanto daño recibieron en una medida a la desesperada por mejorar el rendimiento del equipo en la procura del milagro.