La selección gala logra una victoria por la mínima ante una Austria muy digna a la que le ha faltado frescura arriba
Primera Parte
Comienza el partido con una Francia algo dominante, que le permite tener su primera ocasión en el minuto dos. Una falta lateral que centra Griezmann pero que Austria consigue despejar sin dificultades. Sin embargo, el dominio de los galos sería algo bastante efímero, entre otros por la presión de los de Rangnick. El equipo austriaco comenzó el encuentro con una presión algo tímida que permitió a los franceses alguna salida en transición. Aquí sin duda a destacado la figura del lateral del Milan, Theo Hernández. El ex del Real Madrid ha sido uno de los mejores jugadores de la selección “bleu”.
En los primeros minutos también podrá verse la libertad del capitán galo, Kylian Mbappe. A pesar de aparecer como delantero centro en el once oficial, el fichaje merengue, se ha movido por todo el frente de ataque. En sus pies llegaría la primera gran oportunidad a favor de los galos, con un chute en el minuto ocho y una gran intervención de Pentz.
A partir del minuto diez empezaría a darse un cierto control de los austriacos, pero que se puede decir que fue estéril. Los balones largos y al hueco le hacen encontrar en el minuto 12 su primera llegada, a la que responde muy bien Maignan. La mejor ocasión antes del ecuador de la primera parte, de nuevo en pies de Theo Hernández. Su fuerza y rapidez por la banda izquierda le permitieron llegar a línea de fondo y poner un centro que se pasearía por la portería sin que ningún galo llegara a rematar.
Esa será la tónica dominante durante al menos toda la primera parte. Una Francia, que a pesar de muchos nombres, falla mucho en la creación de juego, y se basa en las transiciones rápidas. El susto llegaría en el minuto 22 por parte de los austriacos, pero no sería el único del partido. Grillitsch se sentaba en el verde de Dusseldorf ante una molestia en su tobillo derecho. Para tranquilidad de todo el país, finalmente quedaría en nada y tras la salida de las asistencias, podría volver al campo.
Maignan ha sido uno de los hombres más destacados de Deschamps. Sus intercepciones de los centros austriacos han minimizado al máximo las oportunidades del rival. Y en esa línea, Francia basaría todos sus intentos en pases largos y robos para correr con su estelar ataque. Aun así, tampoco ha sido un partido de muchas oportunidades, excepto en momentos concretos. Ambos equipos han mantenido bastante respeto, y no han forzado mucho a los porteros rivales.
En el minuto 36 se da el mejor acercamiento de los que jugaban como locales, Austria. Una serie de rebotes lleva a Baumgartner a colcarse frente al portero galo, quien acabaría despejándolo milagrosamente con el pie. Pero la alegría austríaca duraría poco. De nuevo en las botas de Mbappe, esta vez cambiado de banda, llegaría un centro que acabaría en gol en propia puerta. Wober comete un fallo al perder el balón de vista y acaba introduciendo el centro en su propia meta.
Segunda parte
La segunda mitad del encuentro seguiría la misma dinámica. Aunque Francia comienza con algo más de dominio, de nuevo durará poco. Los sustos y el sudor y la sangre de Francia empiezan en el minuto 46 con Griezmann. El jugador del Atlético, ante un empujón rival, acabaría chocándose ante la valla publicitaria con la cabeza. El golpe le generaría una herida, que le obligará a jugar con un aparatoso vendaje, que sin embargo duraría solo una jugada colocado, acabaría pronto en el césped.
Poco más que contar durante la segunda parte. A destacar una jugada de Mbappé que nadie pensaba que iba a fallar. El ex del PSG, con su característica velocidad se plantó delante del portero austríaco para alargar la ventaja francesa. Sin embargo, el balón acabaría marchándose, rozando el poste derecho de la portería.
Los minutos finales supondrían un gran revuelo. Con una Austria volcada en el campo rival, y una afición que daba todo, comenzarían minutos complicados para Gil Manzano. En el 86, un golpe de Mbappe en la nariz le causaría una hemorragia que lo obliga a salir del campo. Pero el capitán galo decide entrar en el campo sin autorización del colegiado y tirarse en el césped para evitar que su equipo estuviera en minoría, y forzando la amarilla. Muchos silbidos por parte de la afición ante los 9 minutos de añadido marcarían un final bronco con varias llegadas de Austria que no llegarían a nada. Y ese sería el final del partido, con una Francia sin Mbappe, y que suma sus primeros tres puntos muy sufridos
