Con la temporada a punto de empezar, García Pimienta tiene un serio problema en una defensa con pocos efectivos, pero muy usada en su estilo de juego
Badé, en un partido con el Sevilla FC | ABC
El Sevilla confirmará sus sensaciones cosechadas en pretemporada este viernes ante la UD Las Palmas, que aunque el último partido ante el Liverpool de Arne Slot haya dejado atónito al aficionado hispalense, hay que quedarse con otros encuentros con rivales más de la talla de los de Nervión, muchos de ellos saldados con triunfos.
Sin embargo, los de García Pimienta aprueban por los pelos el apartado más importante del sistema de juego del barcelonés, el cual es la defensa. Muchas han sido las acciones de la zaga sevillista que han sonrojado en más de una ocasión al equipo, por lo que la afición ha manifestado la necesidad de otro central, que dé más seguridad, al contrario de por ejemplo, Nianzou, el cual ha sido muy señalado por el sevillismo.
Nianzou, entrenando con el Sevilla FC | DAZN
Mucho nombres para la zaga, pero pocas llegadas
A lo largo del intenso mercado veraniego, muchos nombres los que se han tachado prioritarios por la dirección deportiva encabezada por Víctor Orta, entre ellos el del esloveno Vanja Drkusic.
El todavía central del Sochi ruso, el cual descendió a Segunda, ha sido relacionado como una muy buena opción debido a que entra en su último año de contrato, y la pérdida de categoría de los rusos. Sin embargo, la falta de insistencia de los españoles han provocado que el esloveno haya decidido no salir de Rusia, y tras haber rechazado una oferta del Osasuna, pondrá rumbo al Zenit de San Petersburgo por tres millones de euros.
Drkusic, jugando con el Sochi en la Premier Rusa | Transfermarkt
Otra opción que se manejó era Sebastián Cáceres, central del América, el cual era un perfil que gustaba mucho en el Pizjuán, tanto por su juventud como sus buenas actuaciones en el continente americano, pero el alto coste que ponía la directiva mexicana ha provocado que los sevillanos se hayan caído de la puja por el uruguayo.
Cáceres en un partido del América mexicano | Marca
La última bala fue la de la llegada de Mario Hermoso, ex central del Atlético de Madrid, que podría recalar en el Pizjuán gracias a los cantos de sirena que Saúl podría haber soltado para que pudieran seguir jugando juntos, aunque el alto salario que pide, y el interés de Arabia por él, le alejan definitivamente de Nervión.
Siempre se puede tirar de lo sentimental
Una alternativa, que hacía crecer mucha ilusión en el sevillismo, era el regreso de Diego Carlos, pues parece que no cuenta para el club de Emery, y le buscan salida, eso sí, en calidad de cedido.
El jugador dio muchos indicios de que podría volver a enfundarse la elástica hispalense, pero al final la directiva le cerró la puerta debido a una edad que no corresponde a los criterios que a día de hoy busca Orta. Lo más probable, es que parta rumbo al Fulham, también de la Premier, tras varios acercamientos con los villanos.
Diego Carlos, en un amistoso del Aston Villa | Estadio Deportivo
El último nombrado por la prensa fue sorprendentemente, Sergio Ramos. El camero sigue sin equipo tras salir del Sevilla el pasado 1 de julio, y parece que la opción sevillista sigue entreabierta para el ex del Madrid.
Aunque el fichaje de Ramos parezca ideal para lo que busca el equipo de García Pimienta, está completamente descartado ver al camero de nuevo jugando en el Sánchez-Pizjuán, y parece que se irá rumbo a EE.UU. o a Arabia Saudí.
Sergio Ramos presentado por el Sevilla, tras 18 años de su salida al Madrid | La Sexta
Presente y futuro oscuro en la defensa hispalense
Lo que sí está confirmado, es que el Sevilla no puede negarse a lanzarse al mercado de centrales, y tiene que traer a alguien que inspire confianza, como lo hizo Ramos la temporada pasada, o este año puede volver a ser un verdadero dolor de cabeza, con la sombra del descenso acechando por el barrio de Nervión.