Los de Ancelotti suman los tres puntos pero salen preocupados por la lesión de Carvajal
Real Madrid y Villarreal se enfrentaban en el Santiago Bernabéu por la novena jornada de LaLiga EA Spots en un duelo clave para mantenerse en los puestos altos de la tabla.
Los dirigidos por Carlo Ancelotti buscaban afinar su irregular funcionamiento colectivo. La Casa Blanca no lograba encontrar su mejor versión futbolística, pero sus individualidades siguen siendo decisivas. Vienen de sufrir una dura derrota frente al Lille en la segunda jornada de la Champions League, pero se mantiene como escolta en LaLiga.
Por su parte, el Submarino Amarillo intentaba prolongar su buen momento de forma y llevarse los tres puntos. Viene de lograr una sólida victoria por 3-1 ante Las Palmas, lo que lo ha colocado en la tercera posición de LaLiga. El equipo, dirigido por Marcelino, está rindiendo a un altísimo nivel y solo ha sido superado por el Barcelona, manteniéndose invicto como visitante, donde ha sumado 10 de los 12 puntos disputados.
Por primera vez en toda la historia de La Liga, se enfrentaban en un partido dos capitanes titulares con 39 años cumplidos (Dani Carvajal y Raúl Albiol).
Primera parte: sin ocasiones ni juego pero con gol
Después de 10 minutos de control inocuo de los blancos, el Villarreal se cansó de los amagos para enseñar los dientes con una acción iniciada por Baena y culminada por Pépé con un remate desviado. Primer aviso y primeros pitos en el Bernabéu… que se transformaron en aplausos antes del cuarto de hora cuando Valverde, tras tocar el balón en Baena, sorprendió de lejos a Conde para abrir el marcador.
Con furia lo celebró el uruguayo. Segundo gol en esta liga para Fede Valverde y ambos son tiros desde fuera del área en acciones de estrategia que terminan tocando en un rival y se envenenan. Los dos han significado el 1-0 para su equipo. Tantos importantes por lo tanto. Se está ganando ser, de forma inamovible, uno de los dos centrocampistas del 4-4-2. Él sí ha dado un paso adelante ante el vacío que ha dejado Kroos. Y no por los goles, que son un importante extra.
Lejos de asentarse y ganar en calma, los de Ancelotti demostraron su vulnerabilidad atrás con un remate al travesaño de Pépé. Y perdonó Barry justo después tras una pérdida de Carvajal.
Los pecados del Madrid seguían siendo los mismos que en anteriores encuentros, desbalanceados y sin orden colectivo en ataque, dependiendo en demasía de alguna individualidad. Sin Bellingham ni Mbappé finos, y con Rodrygo en el banco, fue Vinicius el que alteraba el ritmo, amargando a Kiko Femenía.
Por ahí creció el campeón, que se encontraba más cómodo a la carrera y con espacios. Lo de elaborar con paciencia no le da con lo que tiene arriba ni con lo que cuenta en el medio, ni siquiera con Modric al mando. Mbappé lo demostró pronto con un esprint, pero se encontró con un valiente Conde. No sufrió mucho más el Villarreal, que mereció algo más antes del descanso.
Comenzó gustando mucho el Villarreal. Sorteando la presión del Real Madrid con un brutal Parejo y moviendo el balón lado a lado muy rápido. Tuvieron 3 ocasiones claras pero no pudieron convertirlas, pero la puesta en escena en el Bernabéu era buena. Luego mejoró el conjunto blanco, no inmediatamente tras el 1-0, exhibiendo casi que por primera vez lo que puede hacer si el juego coge ritmo y hay espacios. Está bonito.
Al Villarreal le tienes que dominar mucho, mucho, mucho para que no te genere ocasiones. Es un muy buen equipo. Y las ha generado, pero con cuentagotas. Han gustado varias cosas del Real Madrid y detalles para pensar que Ancelotti está empezando a ir algún sitio.
De menos a más el Real Madrid en la primera parte. Al inicio no fue capaz de controlar el ataque de un Villarreal que tuvo buenas acciones para marcar, pero en el último tramo pudo imponer su presión alta y dejar sin salida a los de Marcelino.
Segunda parte: sin sufrir, pero sin convencer demasiado
El centro del campo del Real Madrid seguía siendo un rompecabezas sin conexión con la delantera cuando tiene la pelota y demasiado partido sin ella, pero Fede Valverde, que corre por todos, está tirando del carro de una manera excepcional.
Es evidente que se echa en falta a Kroos, que veía el partido en un palco privado junto a sus hijos. La afición le hizo sonrojar cuando le ovacionó al ser enfocado en el videomarcador. Mientras, Barry casi estropea el momento de amor forzando un penalti del que se libró el Madrid por fuera de juego de la rodilla del francés. Los de Ancelotti tenían la posesión, aunque sin profundidad alguna.
El ritmo bajó entonces y Marcelino cambió de plan para meter a extremos puros como Akhomach y Yeremi Pino. Ancelotti se acordó de Rodrygo, retirando a Mbappé, que enfadó a toda Francia con su titularidad. Un movimiento que mandó a Vinicius al centro… y desde ahí sacó un zapatazo monumental que colocó casi en la escuadra para firmar el 2-0. El gol no existía antes de que recibiese la pelota. Es un gol de genio, de decidir un partido que podía caer para cualquiera de los dos equipos con un gol increíble.
Poco después se lesionó en el hombro derecho y tuvo que marcharse con gestos de mucho dolor. El Villarreal aprovechó para hacerse con la posesión y amenazar desde los costados. No lo consiguió.
Lo peor de todo fue, ya en los últimos segundos, la lesión de rodilla de Carvajal, que abandonó el campo llorando y en camilla. Pinta feo.
Así acabó el partido en el Bernabeú, con una victoria sin sufrir pero sin gran superioridad. Entre ello, la preocupación por Carvajal dejó al estadio mudo.
Próximos compromisos
Tras el parón el conjunto blanco visitará Balaídos para enfrentar al Celta el 19 de octubre.
Por el otro lado, el Villareal recibirá en La Cerámica al Getafe el 20 de octubre.